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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

Cine: Diamante de Sangre

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Ayer estrenaron (y vimos) «Diamante de sangre«, una superproducción de Hollywood con caras muy conocidas como Leonardo DiCaprio, Djimon Hounsou (Gladiator), Jennifer Connelly o Arnold Vosloo (La Momia)
La película trata un tema muy escabroso: el tráfico de diamantes conflictivos o diamantes de sangre, diamantes que salen de zonas en guerra o en conflicto y que sirven para financiar estos conflictos y en definitiva para que muera más gente.
El personaje interpretado por DiCaprio (Danny Archer) es el de un ex-mercenario blanco nacido en Rhodesia y lanzado al ejército en una zona en constante conflicto. Y después de su paso por el ejército, en guerras en Sudáfrica y ángola se dedica al contrabando de armas y diamantes.
La película se desarrolla en Sierra Leona a finales de la década de los 90, en plena guerra civil, y allí está Danny Archer haciendo negocios, por otro lado el otro protagonista de la película, Solomon Vandy vive tranquilamente en su aldea cuando los rebeldes la toman, la mujer sale corriendo con las hijas, el hijo lo toman para convertirlo en un niño de la guerra y él es mandado a unas minas de diamante donde lo esclavizan, hasta que es liberado por las tropas gubernamentales, justo en el mismo momento en el que ha encontrado un gran diamante rosado que ha podido esconder. A continuación se entrecruzan los caminos de los dos protagonitas, uno intentando conseguir el diamante para poder venderlo y cambiar de vida y el otro para poder reunir a su familia, ayudados por una periodista interesada en escribir un artículo sobre el tráfico de diamantes.
En el desarrollo de la historia se aprovecha para dar una paseo por Sierra Leona y reflejar la situación de estos países en casi perpetuo conflicto, los asesinatos indiscriminados, el sufrimiento de la población, los niños soldado, etc.
Aparentemente desde el año 2002 mediante el acuerdo del Proceso de Kimberley no hay más tráfico de diamantes ilegales, pero sigue habiendo una gran cantidad de recursos procedentes de zonas conflictivas, como el coltán, de donde se obtiene el tántalo, un material presente en nuestros ordenadores, móviles, videoconsolas,… que se utiliza para hacer condensadores y algunas otras aplicaciones.
Personalmente pienso que la película está bastante bien y ofrece un punto de vista de los recursos que utilizamos cotidiáneamente, y que algunos pueden tener una procedencia dudosa. La fotografía, los paisajes son buenísimas, y la interpretación de los actores bastante buena, las acciones de guerra (o de guerrilla) también están bastante bien conseguidas. En fin, una película interesante. De hecho, DiCaprio está nominado a los Oscar 2007 por Diamante de Sangre y no por Infiltrados.
diamanate de sangre

6 comentarios

  1. Comienza bien, con una fuerte descripción del caos que sufren en Sierra Leona, imágenes desagradables y ultrarreales que hacen que tomemos dimensión del conflicto. A mediada que avanza la tensión se mantiene pero no perdura. Al final, tras un inacabable fin, sales de la sala con la tentación de coger todas las joyas de tu madre y de tirarlas a la basura. Hollywood intenta, de forma hipócrita, denunciar el tráfico de diamantes pero es de las mayores compradoras. Un detalle: Dicaprio nominado por esta película como mejor intérprete y no por infiltrados. Hollywood intenta, de forma hipócrita, un premio de cosolación para uno de los buenos, que no grandes, rostros de sus últimos momentos. Ha pasado un día y se me ha olvidado esta película

  2. Me parece que esta pelicula se identifica mucho , con lo que sucede , en africa , y sobre todo con todo esa explotacion , entre seres humanos , por el dinero , sin imoportar la subsistencia de la vida humana , matandola , con el fin de tener el objetibo de ambicion a los diamantes, y el poder que con ellos de obtine , espero algun dia , esto termine .

    Mis felicidades a todos los integrantes de esta extraordinaria pelicula.

  3. si todos vieramos esto talvez harias la s cosaas mejor , cada dia , o almenos lo intentariamos .

  4. No entiendo mucho de cine, de hecho no tengo ni idea, pero me atreveria a decir que esta es una buena pelicula. Pienso que la pelicula esta muy bien en general, pero tiene un gran problema.
    Yo fui al cine a pasar un buen rato y cuando sali estuve a punto de apuntarme a una ONG, y a eso no hay derecho. A ver, es una lastima que existan diferencias tan enormes entre lugares del mundo separados por tan solo unas horas de viaje en avion. No hay derecho a que pobres inocentes tengan que sufrir los graves problemas que se sufren en esos paises.Nosotros no tenemos otro remedio que mostrarnos impotentes ante el hecho, ya que no esta en nuestras manos la solucion de esos conflictos, ni creo que podamos aportar nada positivo para que dichos problemas se solucionen. Tambien creo que no hay derecho a que un pobre espectador vaya al cine y salga con sentimientos de culpabilidad y con cargos de conciencia. Las letras del final de la pelicula sobran por completo, al menos desde mi punto de vista.

    YO CREO QUE LEONARDO DI CAPRIO & COMPANY PODRIAN APORTAR ALGUNOS DE LOS BENEFICIOS MILLONARIOS DE SUS PELICULAS PARA FUNDACIONES DE NIíOS DEL TERCER MUNDO, EN LUGAR DE SACARLES PARTIDO PARA HACER PELICULAS.

    ¿¿OS ACORDAIS HACE YA ALGUNOS AíOS, CUANDO EN EL TELEDIARIO A LA HORA DE COMER TODOS LOS DIAS NOS MOSTRABAN A LOS NIíOS FAMELICOS MURIENDOSE DE HAMBRE?? PUES LA PELICULA ES LO MISMO

  5. La película de Zwick es, sin duda, la más comprometida de las que se han realizado acerca de este tema. Con unas soberbias actuaciones de Djimon Hounsou y Leonardo Di Caprio ?quien, por muchas críticas que reciba, sigue clavando todos sus papeles y siendo requerido por los mejores directores, como en el caso de la triunfadora Infiltrados del maestro Scorsese?, y un guión mitad histórico, mitad ficticio, se presentaba a la reciente ceremonia de los Oscars con una total convicción de luchar en una batalla perdida: habría resultado de lo más embarazoso para las féminas estrellas hollywodienses aparecer en primer plano aplaudiendo una película que aborda la explotación del suelo del Tercer Mundo en busca de diamantes, mientras sus pendientes relucientes dejasen reflejar su luz contra la cámara. La relación entre la industria de Hollywood y la del diamante es muy fluida desde hace décadas, y no resulta fácil que dos socios de tamañas dimensiones se enfrenten por un par de estatuas. No niego que que Infiltrados sea un buen filme ?espero ansioso verlo? pero aprecio Blood Diamonds una valentía excepcional. Atendiendo al guión, éste gira en torno a una ficción ?el descubrimiento de un diamante único de color rosa? y aborda la problemática de la explotación de las tierras de áfrica por sus propios grupos rebeldes, a la vez que denuncia la total pasividad de la comunidad internacional y la actitud de «hiena» que las grandes empresas del sector adoptan para sacar la mayor tajada posible al asunto. Periodistas comprometidos, niños de la guerra, ejércitos corruptos, crueldad en extremo y un entorno natural paradisiaco convierten este trabajo en un documento extenso, profundo y con la carga lacrimógenadecorosa e inevitable ante el tratamiento de un drama de tal naturaleza. Aunque está ambientada en una guerra que ya se da por zanjada, nada hay más lejos de la realidad. Países como Costa de Marfil, Ghana, Mali, RepúblicaDemocrática del Congoo Angola, siguensufriendo revueltas y matanzas constantes, y muchas de las armas que se usan en esas guerras provienen del tráfico ilegal de diamantes.

    Por suerte ?esperemos? la Unión Europea asume este año la presidencia del Proceso Kimberley, sistema encargado de velar por la legalidad de los diamantes que se comercializan en el mundo y de luchar contra las ratas que se benefician de los africanos. Parece que las primeras medidas comienzan a tomarse con la dureza pertinente. Se están comenzando a realizar redadas en Amberes, a importantes multinacionales de esta industria, indagando en sospechosas redes de importación; operaciones que se están saldando con decenas de detenciones. La ciudad belga es el principal punto de comercio del mundo. No estoy seguro del grado de implicación que el fenómeno social que ha generado la película tiene que ver este cambio de actitud de las instituciones, pero desde luego que su efecto no ha hecho sino dar un toque de atención sobre la situación. Desde que, en 1998, un contundente informe de Global Witness mostró al mundo la situación del tráfico ilegal de diamantes con el consiguiente detrimento humano de los países productores, ya ha pasado tiempo suficiente para que la cruda actualidad haya ido disolviendo poco a poco ese problema «residual». La Asociación de Productores de Diamantes (ADPA), nacida en noviembre del año pasado y encabezada por Angola, se presenta como la gran esperanza para los países productores, que no tienen más que su propia voz y el apoyo de las ONG?s para defender lo que legítimamente les pertenece. Los gobiernos africanos, en situación crítica en su mayoría, están dispuesto a vender sus minas a las firmas diamanteras a cambio de importantes cantidades, que si bien quedan a años luz de los beneficios potenciales que a largo plazo esas minas aportarán. La ADPA está tomando cierto protagonismo con el fin de defender los derechos de estos países, sobre todo africanos, que aportan 158 millones de dólares anuales a la industria, y sólo reciben un 10% de beneficios.

    Películas como ésta sirven para dar a conocer de manera global, problemas que de otro modo continuarían pasando inadvertidos durante décadas. El cine puede ser un importante arma contra las injusticias, además de un simple entretenimiento. El año 2007 será clave para ver cómo se desarrolla la actualidad en este asunto, de gran importancia para los países pobres, que esperan, legítimamente, apoyarse en sus recursos naturales como pilar para alcanzar vías de desarrollo sostenible.

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