Esta semana terminé de leerme «La Caída de los Gigantes«, del escritor británico Ken Folltet. Todo un superventas del escritor que en cierta forma es una novela coral ambientada en la época de la I Guerra Mundial, y que formará parte de una trilogía que el autor ha titulado «The Century» que abarcará la historia del siglo XX.
Tenemos varios grupos de personajes, que se podrían clasificar por países:
– Mineros galeses, donde los principales protagonistas son los hermanos Ethel y Billy Williams
– La familia del conde Fitzherbert, en especial el propio conde y su hermana Maud.
– La familia alemana Vol Ulrich con Walter a la cabeza, y apareciendo su padre Otto y su primo homosexual, el Graf (Conde) Robert.
– Los hermanos Lev y Grigori Peshkov, originarios de San Petersburgo
– El estadounidense Gus Dewar.
La novela empieza en 1910 poniéndonos en situación de las duras condiciones en las que vivían los mineros galeses (Follet es un importante mienbro de partido laborista inglés), en contraposición con la desahogada posición del Conde, que cobra exactamente la misma cantidad que cobra cada minero por cada tonelada de carbón, por ser el propietario de su finca. En su palacio de Aberowen trabaja Ethel como ama de llaves, pero tras cometer un desliz con el conde y quedar embarazada, compran su silencio con una casa, desplazándose a Londres.
Walter von Ulrich es un espía alemán, que trabaja en la embajada de Londres, y muy bien rodeado, habiendo estudiado en Eaton, tiene contactos con las altas esferas de Inglaterra y es amigo personal del Conde, y comienza a tener una relación secreta con la hermana, Maud; hasta que es movilizado para la guerra y todo el mundo que conocía se hunde en profundos cambios.
Lev Peshkov es un superviviente, y un bala perdido, a costa de su hermano Gregori, consigue escapar de San Petersburgo hacia Estados Unidos, donde conseguirá abrirse camino, haciendo una pequeña escala en Glasgow. Gregori sin embargo, se verá involucrado en las principales batallas del frente oriental de la I Guerra Mundial, para convertirse luego en un protagonista principal de la Revolución Soviética.
Gus Dewar es un consejero del presidente estadounidense Wilson.
Con toda esta amalgama de personajes, asistimos a todos los importantes acontecimientos históricos y como les afectó cada uno: Desde el asesinato del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, la escalada diplomática entre todos los países involucrados, la movilización de tropas rusas y el estallido de la I Guerra Mundial; las batallas del frente oriental, la batalla del Somme, la guerra naval sin límites y el Telegrama de Zimmerman que empujaron a los Estados Unidos a declararle la guerra a Alemania y el canto del cisne en la última ofensiva alemana, en la «Kaiserschlacht«. Por su parte los hermanos Peshkov, vemos como Lev después de trabajar una temporada como minero en Aberowen y después de timar con sus malas artes y escapar hacia los Estados Unidos va haciéndose un lugar, llegando a casarse con la hija de un millonario dedicado a la explotación de bares y clubs, la familia Vyalov, terminaod la novela justo con la aprobación de la ley seca. Por su parte Gregori, medio amotinado tras retornar del frente se ve involucrado en la Revolución, siendo un auténtico protagonista y siendo premiado con la participación el consejo de los Soviet y obteniendo un alto rango dentro del nuevo gobierno post-revolucionario. Aunque las cosas para él parecen cambiar, para el resto del pueblo ruso parece que el hambre y las necesidades aún siguen presentes.
Una novela entretenida, fácil de leer, a mí me enganchó, y sin muchas más pretensiones, muy amena de leer.