Leyendo las columnas y los artículos de D. Arturo Pérez Reverte; uno de los autores o amigos de los que habla es del argentino Jorge Fernández Díaz (no confundir con el ex-ministro); que ha creado un personaje similar a En esta primera novela, Remil, después de arreglar pequeños asuntos, cuernos e hijos escapados con la ayuda de los servicios informáticos de La Casita que se encargan de hacer seguimiento de móviles, chats y correos electrónicos para ir directamente a la faena.
Una de las nuevas tareas a las que es asignado es a proteger a la abogada española Nuria Menéndez Lugo; tienen previsto montar un negocio de exportación de cocaína desde Argentina diluida en botellas de vino. Para ello cuentan con apoyos de todo tipo: aduanas, política de alto rango, funcionarios en España, donde una red paralela se iba a encargar de continuar con la distribución en España; sin embargo no todo es fácil: competir con las rutas que los colombianos ya tienen establecidas, y al final la persecución policial cuando el caso sale a la luz; lo cual no impide que pese a que la organización caiga Remil no deje de hacer lo que mejor se le da: sobrevivir y buscar sus presas, viniendo a España, en busca de las respuestas que tanto le atormentan.
Una novela entretenida, quizás algo larga, y desde luego interesante ver la redacción argentina de la novela, insultos, el voseo.