23 octubre, 2005
por admin
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Este fin de semana ha sido un fin de semana muy completo también. Se había organizado el «Kennenlernwochenende». La cita era el sábado a las 8 de la mañana, así que a las 6 ya estaba en pie, porque para variar no tenía hecha la mochila con las cosas para llevar, así que como había madrugado tanto en el tren de camino al pueblo donde fuimos me quedé durmiendo (aunque hicimos transbordo en Frankfurt y no sé muy bien como lo hice)
Finalmente llegamos al pueblo, que ni siquiera tenía estación de trenes (había que llegar en autobús), y desde allí nos fuimos andando por el bosque (el de la fotografía) durante una hora y pico hasta llegar al albergue donde íbamos a pasar la noche, aunque por el camino para coger fuerzas nos dieron un chupito de Jígermeister. Llegamos y nos dieron un poco de cava con zumo de naranja/melocotón y al poco comimos porque ya era la hora. La comida consistió en otro típico plato alemán: «Chili con carne», efectivamente no es típico alemán, pero se ve que les gusta porque en cualquier sitio te lo encuentras.
Después nos dieron un rato libre hasta que empezaran los juegos, así que aproveché para echarme un poco de siesta, así se los explico con un ejemplo práctico a los guiris que todavía no saben muy bien que es eso de la «siesta»…
– «Ah, si España, allí tenéis siesta ¿no?»
– Si, claro, invento 100 % español
Bueno después organizaron unos juegos y nos agruparon por equipos. A mi me tocó en uno con varios españoles, una rusa (la única), dos brasileños, un finlandés y creo que ninguno más.
Los juegos eran de estos tontos, que si adivina una canción, ordena un trabalenguas (en alemán, claro), que si corre con una pelota en una cuchara, que si bebete un chupito y dale 10 vueltas a una botella, etc.
Cuando terminaron los juegos quedaba un rato para la cena y como todo el mundo iba calentico (se compraron 70 cajas de botellines de cerveza, cada botellín de 33 cl), pues en un salón del albergue empezaron todos los españoles con cantos patrióticos y todas esas cosas, (paquito chocolatero y demás canciones del tipo), y claro los españolees bailando y ocupando todo el salón y los guiris mirando con una cara… diciendo… pero estos… ¿de dónde se han escapado? También había que decir que adoptamos dos más: Erik y también se nos pegó una inglesa que iba lista papeles.
Después vino la cena (ahora si, comida típica alemana: salchichas a la parrilla), y después organizaron en otro salón del albergue una especie de discoteca, que estuvo bastante bien, empezó con un caraoque, y después a bailar sin problema. Con decir que hubo que gente que empalmó hasta el desayuno del domingo a las 10 de la mañana…
El domingo fue el día de regreso, desayunamos a las 10 de la mañana y los organizadores de IDEA limpiaron el albergue y nos volvimos. Deshicimos el camino y yo aproveché para comer en Frankfurt porque ya era hora, y como no teníamos tiempo de ir a otro sitio, fuimos al McDonald’s. La verdad es que hacía muchos años que no había ido al McDonald’s… perfectamente 3 ó 4 años, de hecho los helados nuevos estos de «Kit Kat» no los conocía…
En fin, que me he comido una hamburguesa pero que tampoco era para tanto.
A eso de las 5 he llegado a Darmstadt y he estado descansando un poco en la habitación de la residencia, luego a eso de las 7 me he ido para misa y sorpresa, me he encontrado con las dos muchcachas polacas de Erasmus que también iban a misa. Después de misa he llamado a casa y he ido a cenar con los compañeros a un bar llamado «Panine» o algo así que los estudiantes les hacen un precio especial de 5 ? por un montón de platos de la carta.
Ahora me toca ver los horarios del curso que empieza mañana que todavía no lo tengo y buscar una asignatura optativa.