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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

26 noviembre, 2005
por admin
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El día de la nieve


Bueno, pues hoy ha sido el día después de la nevada, me levantado para ir a clase de alemán que tenía a las 10 y claro cuando me he levantado estaba todo tal y como se esperaba después de la nevada de ayer.
Lo primero que me ha llamado la atención es cuando he salido por la puerta de la residencia y he pisado la nieve fresca que todavía no había pisado nadie y he escuchado como «crujía», la verdad es que en Martos pues no estamos acostumbrados a que nieva, y en Granada pues tampoco mucho más, con lo cual esto de tanta nieve es un poco nuevo.
Luego cuando he salido de la residencia (entre los edificios de la residencia hay un pequeño jardín con árboles) y llegado a la calle ya ha cambiado un poco el paisaje: la nieve la habían retirado de las aceras y de la calzada y quedaban restos de hielo y de nieve negra sucia de estar en contacto con el suelo, pero en fin, que encima de las plantas, en las esquinas de la calle, encima de los coches había nieve para hartarse.
He ido a la universidad y he estado en clase de alemán, después he estado en el aula de libre acceso para ir a comer después con un polaco que es también aficionado a la fotografía (Tiene una Panasonic con óptica Leica).
Después he visto a los españoles y hemos ido a tomar un café al 609 con nuevas adquisiciones: dos italianos y un portugués, este fin de semana vamos a estar un poco sólos los españoles porque se han ido la mitad (unos 20) a Riga, yo no he ido porque prefiero empezar a hacer turismo por Alemania y luego ya me iré fuera, total un viaje a Riga lo puedes hacer siempre, desde España o desde Alemania, yo creo que ahora conviene más conocer Alemania y la zona en la que estoy.
Después de tomar un café en el 609 hemos (4 españoles, 2 italianos y un portugués) ido a Ludwigplatz para coger un autobús (el 5515) para ir a comprar unas cortinas que quería una italiana al Segmíller (El Segmíller viene a ser como un Ikea o algo parecido).
Al bajar del autobús es cuando he visto esta señal tan curiosa que todavía no he averiguado para qué sirve. En fin, al llegar a la tienda esta la verdad es que me he llevado una sorpresa, era muy grande e incluso en la puerta tenía puestos como en el Weinahctsmarkt y cacharros para montarse los niños y cosas de esas.
Hemos estado un buen rato en la tienda esta (las mujeres cuando se van de compras…)
En fin, que nos hemos vuelto en el mismo autobús (el 5515), hemos llegado a Ludwigplatz otra vez y hemos cogido el H para volvernos a la residencia, aunque yo he aprovechado para pasarme por el supermercado y comprar comida para el fin de semana.
Después de cenar nos hemos reunido un poco para planificar el viaje de mañana: Nos vamos a una ciudad que ahora no me acuerdo como se llama. En fin, mañana lo contaré.