23 diciembre, 2005
por admin
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Ayer tuve la oportunidad de ir a Madrid, y para un aficionado a la numismática, que mejor oportunidad para visitar el museo de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, allí estuve toda la mañana, viendo la colección que tienen de moneda, desde anterior a la existencia de la moneda (trueque mediante distintas mercancías como cacao, sal, o sencillamente piezas de cobre), la moneda de la Grecia clásica, moneda romana, republicana, alto imperial y bajo imperial, así como acuñaciones hispano-romanas. Después la colección de moneda visigoda y árabe. Entre las monedas visigodas había una de la ceca de Martos de Suintila, y es que hace 1000 y pico años hubo monedas que llevaban el nombre de Martos por toda la geografía nacional, e incluso eran monedas de oro, pero bueno, ya hablaré de eso otro día.
Después de la moneda árabe pasaba a la moneda medieval y luego a la moderna. Entre las monedas modernas habían algunas piezas muy interesantes como son 4 Excelentes de los Reyes Católicos, tres cincuentines y un centén.
La historia del cincuentín y del centén son extensas, pero decir que el centén es una pieza de oro por valor de 100 Escudos y un peso de 337 gramos de oro, y el cincuentín de 168 gramos de plata, evidentemente estas monedas no se acuñaron para circular, tenían una función puramente simbólica para hacer regalos de estado, pero son piezas impresionantes.
Después se pasa a la moneda del siglo XVIII y toda la reforma que hicieron los Borbones, una de las piezas que más me llamaron la atención fue el monetario que le presentaron al rey Carlos III, las monedas estaban Proof, es decir, el campo con brillo y la parte acuñada mate, y estaban todas las piezas: todas las de oro (8, 4, 2, 1 y 0,5 Escudos), todas las de plata (8, 4, 2, 1, 0,5 Reales) y todas las de cobre (8, 4, 2 y 1 Maravedí), de la ceca de Madrid todas ellas (las de cobre no estoy seguro)
Estaban también muchas monedas de las acuñadas en España durante la ocupación napoleónica, el monetario de presentación a Fernando VIII, también una muestra de las monedas de Isabel II y las cuatro reformas monetarias que hubo en su reinado, y todo el centenario de la peseta, con monedas tan raras como las 100 pesetas del Gobierno Provisional (5 monedas, 5 tenían, no una ni dos, si no 5), las 100 y las 25 pesetas de Amadeo de Saboya, las monedas de Alfonso XII y Alfonso XIII, la República y muchas de las pruebas que se hicieron durante la Guerra Civil, las monedas de Franco y las pruebas que se hicieron, así como una muestra de las monedas que se han acuñado con Juan Carlos I.
En fin, la cosa es que disfruté como un enano, lástima que no me dejaran meter la cámara de fotos (La mía sigue rota, pero he cogido otra que hay en mi casa), aunque aproveché para comprar el monetario del 2005 con las monedas en Proof y encima me regalaron un libro con la historia de la Peseta.
Por la tarde, ya que iba el día de culturizarse, fui al Museo Arqueológico Nacional. El MAN desde mi punto de vista tiene pocas piezas pero de gran calidad todas ellas, lo cual es lo mejor en un museo, porque ¿de qué sirve ver muchas piezas y de mala calidad? Acompañando a las distintas salas también había pequeños monetarios que situaban las monedas en su contexto histórico, que son las que están en la imagen. Lástima que el gabinete numismático estuviera cerrado, me quedé sin ver el famoso cuaternión de Augusto, una moneda que tenía el valor de 4 aúreos, con un peso de 33 gramos, y que conmemora la conquista de Egipto por parte de Augusto y otras tantas piezas que están allí guardadas.
En fin, un día redondo, en todos sus aspectos.