El sábado hicimos una excursión relámapago a Mainz, Maguncia en castellano. A Mainz fuimos ya otra vez, en noviembre, pero la verdad es que fue una excursión muy rápida y muy tarde (fuimos y ya casi era de noche porque anochecía muy temprano) y nos dio tiempo a ver casi nada, así que aprovechando la visita que tiene José de una amiga suya francesa fuimos a Mainz a hacer un poco de turismo.
En principio fuimos sin hora fija, de hecho quedamos para salir a las 11:20, pero Rubén llegó 10 minutos tarde y tuvimos que esperar una hora en la estación de trenes para coger el siguiente tren a Mainz, y es que esto de la puntualidad…
El viaje a Mainz es muy corto, en apenas 1 hora ya habíamos llegadon en los maravillosos y baratos RB alemanes que por no tener, no tienen ni aire acondicionado, aunque tampoco es que haga mucha falta.
Cuando llegamos allí nos fuimos dando un paseo buscando la oficina de turismo que estaba un poco lejos, así que vimos todo el centro de la ciudad, estaba muy animada, todas las tiendas abiertas, toda la gente en la calle, y es que los alemanes con un poco de Sol se tiran todos a la calle.
Luego llegamos a la Plaza del Mercado, donde está la catedral, creo que es de las pocas catedrales que quedan en Alemania siendo católicas. De hecho Darmstadt pertenece a la diócesis de Mainz.
En fin, desde la plaza del mercado la oficina de información de turismo no estaba lejos, pero cuando llegamos ya estaba cerrada, Rubén me echó la culpa por hacer fotos (que quieras que no, siempre retrasa un poco al grupo) pero yo le eché la culpa por llegar una hora tarde, así que no hubo ningún problema, je, je, je.
Total que ya que estábamos allí y con un mapa que habíamos cogido en la estación de trenes nos fuimos a ver la catedral. La estuvimos viendo por dentro, y el claustro. Después como ya era hora, nos fuimos a comer a un sitio típico alemán… dl McDonald’s, yo por ser original me pedí un Big Mac, que creo que nunca lo había probado. Me hizo mucha gracia que en los tickets que nos dieron, escribiero un texto que decía que estaban buscando un empleado a tiempo parcial con sueldo de hasta 400 ?, así se ahorran un pastón en contratar ETT. En concreto el texto era:
«Wir suchen teilzeit mitarbeiter und minijobber bis 400 Euro»
En fin, después de tal alarde de originalidad, seguimos con nuestra visita turística, nos fuimos por el centro antiguo de Mainz hasta la torre de Madera, y luego hasta la iglesia de San Esteban, que es de lo más curiosa porque reconstruyeron las vidireras en tono azul, con lo cual cuando uno entra en la iglesia se ve todo completamente azul. Lástima que tenga la cuota de flickr casi agotada y no pueda subir más fotos.
Y finalmente para casa, pasando por el ayuntamiento y gobierno regional de Renania-Palatinado, Mainz es la capital de esta región, hasta llegar de nuevo a la estación de trenes.
Cuando llegamos a Darmstadt nos encontramos con Amelia y dos amigas suyas que han venido a verla y con Maite, su hermana y una amiga que también han venido a verla, y quedamos para ir a cenar por ahí, luego los que tuvieron ganas se fueron a salir a Frankfurt, pero yo había quedado con la bicicleta para el domingo, así que no era plan.
En fin, un día de lo más productivo.

Como decía antes, después de la macrobarbacoa nos fuimos unos cuantos a cenar, y es que con esto de que mucha gente se va de vacaciones y algunos para siempre porque ya ha terminado su Erasmus estamos un poco melancólicos, que cosas…
En fin, Los asistentes fuimos ni más ni menos todos los de la foto (falta la francesa, amiga de Jose que fue la que hizo la foto, pero como ella no es Erasmus, técnicamente en la foto estamos todos los Erasmus)
Queríamos ir a un sitio típico alemán, así que sólo se nos ocurría el Ratskeller, pero al final Helen nos metio por unas callejuelas y nos llevó al «Kneipe und Kartoffelhaus», o sea, «Bar y casa de las patatas», y yo que siempre me habría preguntado porque tenían tanta fama los alemanes de comer tanta patatas, he aquí la respuesta a mi pregunta: Un restaurante especializado en patatas.
Tenían patatas de todas las formas posibles, asadas, normales, cocidas, yo me pedí unas patatas muy raras, se llamaba Kartoffelpuffer, que resulta que ya lo había probado en la Mensa alguna otra vez. Pero en fin, que estaba muy rico. Me tomé las patatas estas con salmón ¿Pidiendo pescado en Alemania? Bueno, es que al final tuve que pedir deprisa y coriendo… Pero vamos que estaba bueno.
Después nos fuimos al «Dachcafe» a tomarnos alguna cosilla. Resulta que este es un bar que está en una antigua central eléctrica de Darmstadt que han reconvertido en centro comercial. El bar este es muy curioso porque resulta que no tiene sillas, en vez de eso tiene una especie de colchones y estás recostado tomándote las cosas, vamos en plan como los romanos, así que nos lo pasamos fenómeno, y después a casa medio dormido, porque en el bar este medio acostados te entraba una perrera.

El viernes se organizó una barbacoa de despedida. Los que se van, y estos ya no son de vacaciones de verano, sino que muchos se van para siempre son Oliete (De Toledo pero que estudia en Ciudad Real, Pedrito (uno de Informática de Granada), Nacho (uno de Valencia), Ventura (este no se va porque quiere quedarse otro año, pero también organizó la barbacoa, de Navarra), y Ana y Amaya (dos vascas que estudian Telecomunicaciones).
La hora era las tres de la tarde, quizás un poco tarde para comer, era la hora de comienzo de la barbacoa, más vale tarde que nunca ¿no? En fin, yo con tranquilidad me fui al centro a comprar la comida para la barbacoa (Unas bratwurst, para ser original, y para romper con la monotonía unas chocolatinas, que el chocolate está muy rico…), y cuando llegamos eran ya cerca de las cuatro. El fuego preparado y todo dispuesto.
La verdad es que no había mucha gente y es que la gente prefirió comer en su casa y venir más tarde porque luego el grill se alargó hasta las tantas de la mañana aunque yo me fui un poco temprano porque habíamos quedado unos cuantos para ir a cenar por ahí.
También hay alguna gente que está mala, por lo visto hay un virus de gastroenteritis que está haciendo estragos en la comunidad Erasmus, creo que ya han caído Jordi, Eva la italiana, Roncal y alguno más. Roncal está en el hospital e incluso algunos fueron a verle.
Algunos no se acordaron que el sábado era la «Bierathlon», una carrera por un parque, pero bebiendo cerveza (estos alemanes que tienen una imaginación) así que algunos también se tuvieron que ir para apuntarse porque se terminaba el plazo, así que todas esas bajas se notaron.
Y creo que más o menos todo eso fue el grill.
En fin, dejo algunas fotografías en flickr.
Hubo algunos regalos, como una bandera de Alemania para Oliete.

El jueves había dos despedidas: Por un lado Eva, una de las italianas que está (estaba) de Erasmus en Darmstadt y por otro lado Marta y Ania, también conocidas como las polacas, porque vienen de Rusia, digo de Polonia. En un principio las iban a celebrar por separado y había gente que estaba invitada a las dos, y como la gente se lleva bastante mal con el donde la ubicuidad se me ocurrió hablar con ellas y decirles que la organizaran juntas, así que dicho y hecho, les pareció una idea muy buena y la organizaron en la residencia de Eva, en el campus de Lichtwiese.
Pues nada a eso de las 9 ó las 10 de la noche cogimos las bicicletas y camino de Lichtiwese, la verdad es que cuando llegamos allí no había mucha gente, no había españoles (lo cual puede llegar a ser bueno de cara a practicar el alemán), había unos cuantos polacos, checos, eslovacos, nórdicos, por parte de las polacas y luego otra buena cantidad de italianos, por parte de Eva.
Prepararon ensaladillas, un plato típico itliano que era como masa de maiz al fuego, a mí me recordaron los churros, pero eran diferentes y no tenían nada que ver, y por supuesto carne a la parrilla, fundamentalmente salchichas, y es que estos alemanes tienen una imaginación para la comida…
Jordi le preparó un vídeo a Eva con fotografías del Erasmus, pero la verdad es que ha sido un poco parcial: En (casi) todas las fotos sale él pero vamos está entretenido. Aquí lo dejo.

Y después de despedirnos pues de vuelta a casa, que al día siguiente vendrían más despedidas.