Ayer terminó Rubén su proyecto, lo presentó, le pusieron un dos y ya ha terminado lo que venía a hacer. Pero a lo que íbamos, como ya está aburrido y no tiene que hacer, me comentó ayer de ir a dar una vuelta con las bicis, y claro, una oferta así no se podía rechazar.
El plan era ir hasta Kranichstein, que es un pueblo, o un barrio cercano a Darmstadt (aquí en Alemania confundo ambas cosas). Resulta que aquí estaba el palacio de caza de los duques de Darmstadt.
Bien, el recorrido empezó saliendo de Karlshof, en dirección Odenwaldhaus, desde allí desviarnos a la izquierda y entrar ya en lo que fuera el coto de caza, cuando entramos por allí nos encontramos de buenas a primeras con un monolito que nos recuerda que esto es un coto de caza, desde allí nos desviamos a la izquierda y aparecimos en Kranichstein, el pueblo propiamente dicho… Error, en principio no tendríamos porque haber aparecido por ahí, pero bueno, volvimos a encontrar las indicaciones y seguimos camino hacia el «Jagdschloss«, el palacio de caza. Al poco llegamos allí, vimos el pabellón de caza y el palacio, que ahora alberga un museo de la caza.
Ya que estábamos por allí vimos que había una ruta a través del coto, así que decidimos hacerla. La ruta no es excesivamente larga, quizás hicimos unos 5 ó 10 km., pero la verdad es que para ser un coto de caza, tendría que ser muy interesante.
Había algunas construcciones para acechar a los animales, que parecían bunquers, para ver sin ser vistos, muy curioso. También había algunas praderas donde había miradores porque algunas veces los animales salían del bosque para ir a las praderas a hacer lo que tengan que hacer los animales en las praderas, que no se muy bien que es lo que es.
Después seguimos caminos hasta que se terminó la ruta y salimos de lcoto, de nuevo vuelta a Darmstadt, pero por otro camino diferente al de la idea (tampoco está la cosa para ponerse tiquismiquis y tener que buscar el mismo camino).
Volviendo nos encontramos con una especie de jardín botánico al aire libre, con un montón de árboles exóticos (perales, cirueleros, robles, plátanos), con sus placas con nombre, explicando el tipo de árbol, y cosas así. Había también expositores que hacían referencia a la fauna: insectos, pájaros, etc. Incluso tenían un hormiguero de hormigas rojas.
Y luego finalmente vuelta a Darmstadt, a Karlshof. En total fueron unos 24 km. en una hora y 43 minutos, y es que esto de hacer fotos y tanto parar nos retrasa mucho, je, je, je.
4 agosto, 2006
por admin
2 comentarios