Aprovechando el respiro que dieron ayer las tan necesarias lluvias, por la noche salió la «Seráfica Cofradía de María Santísima de la Soledad«, en la que muestra a la Virgen llorosa por la pérdida de su hijo. Es una procesión un poco especial, puesto que el único acompañamiento musical que lleva es un tambor y a su paso toda la iluminación pública se apaga. Incluso en un punto de su recorrido se queman unas cruces, que siempre es impactante.
Lamentablemente el silencio no siempre se respeta.
Hice algunas fotografías en la salida del templo (Convento de las RR.MM. Trinitarias), a su paso por la Plaza de la Constitución, donde le cantaron algunas saetas y una vista de la gente que acompaña a la procesión bajando para San Amador.
7 abril, 2007
por admin
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