2 mayo, 2007
por admin
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Desde septiembre no cogía la bicicleta, que barbaridad, y es que entre unas cosas y otras tenía el ciclismo un poco abandonado.
Así que nada para empezar después de tanto tiempo hay que ir poco a poco, así que decidí bajar a Belda, una zona que está a 7 km. de Martos y que es muy conocida por el puente de acero que hay allí.
Es posible que hiciese 10 años que no bajaba por allí, y la verdad es que en estos 10 años la carretera asfaltada que había antes ha desaparecido practicamente en su totalidad y está todo lleno de tierra y de piedras. A ver si algún día de estos la Diputación o el Ayuntamiento la arreglan, aunque está complicado.
Cuando llegué a Belda di alguna vuelta por allí para hacer algunas fotos del entorno.
El puente es impresionante, es un puente construído a finales del siglo XIX para el ferrocarril de la línea Linares Puente Genil, y como se puede ver en la fotografía, es una obra de ingeniería impresionante. Además hay que pensar que cuando se construyó no había excavadoras ni maquinaria como la que hay ahora. Pensar que tuvieron que construir todo eso a base de mulos y caballos. Evidentemente, el puente no lo construyeron ingenieros españoles: fueron los franceses los que vinieron a construirlo y es que España en esto de la tecnología siempre hemos ido un poco por detrás…
El puente está en desuso desde los años 80, en los que una reorganización por parte del gobierno por intentar hacer que Renfe no perdiese dinero, quitaron el tren de Martos (tarea por otro lado casi imposible… intentar que Renfe no pierda dinero… que ilusos…), aunque ahora pasa por encima la vía verde del aceite.
Desde allí para volverme a Martos, en vez de hacerlo directamente, viendo lo mala que estaba la carretera, decidí volverme por la Vía Verde que se cruza con la carretera de Belda, así que aproveché para ver el puente por arriba y volverme para Martos.
En total, 24,1 km. y 1600 kcal. gastadas, no está mal para empezar ¿no?