El domingo, después de tanto relax, tocó algo de culturilla general, en concreto se nos ocurrió ir a ver «Bodas de Sangre«, una obra de teatro de Federico García Lorca.
La obra se desarrolla en la «España Profunda», a principios del siglo XX, cortijos perdidos, gente cerrada y llena de rencillas familiares.
La novela cuenta la historia de un muchacho, al que mataron a su padre y a su hermano, que quiere casarse con una muchacha, la cual tuvo antes un novio, que pertenece a la familia que mató al padre del muchacho. Vamos, lo típico de los pueblos.
Y al final, como dice el título, termina todo como el rosario de la aurora.
Interesante es el tratamiento que hace Lorca de los personajes femeninos y masculinos, los personajes femeninos se encuentran siempre sometidos a los personajes masculinos y cuando alguna quiere salirse de lo preestablecido termina bastante mal.
Por otro lado los personajes masculinos son siempre opresores, violentos, vengativos, comportamiento que muchas veces terminan por contagiárselo a sus mujeres.
Al margen de todo eso, la verdad es que la obra no me gustó mucho, pero en fin, no deja eso de ser una apreciación personal.
Aunque siempre es interesante hacer cosas de estas (como cuando fuimos a la ópera en Alemania, cortesía de Rubén). Me recordó mucho a las clases de lengua que teníamos en el colegio y estudiábamos los autores españoles, viendo sus características, cómo escribían, sus personajes, y leíamos alguna cosa en clase. Pero hay mucha diferencia de verlos en papel a verlos en acción en el teatro.
Y después del teatro, a coger fuerzas, al «Mogollón del Jamón«
15 mayo, 2007
por admin
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