Ayer cuando llegue a la oficina pasaba algo raro: no había casi nadie, sólo quedaba Fernando, el otro Werkstudent de mi departamento, y la cosa tenía pinta rara. Afortunadamente cuando pasó un rato, llegó nuestro jefe y nos comentó que qué hacíamos allí, y que si nos apatecía ir a la barbacoa del departamento.
¿Barbacoa del departamento? ?Por supuesto! Y es que se ve que como llevamos poco tiempo todavía no nos han agregado a la lista de distribución de correo.
La cosa es que estos alemanes, tan organizados como son, organizan barbacoas en los departamentos para que los empleados que trabajan juntos se puedan conocer, compartan un día fuera de trabajo, se lleven a sus familias, y en definitiva, confraternicen.
Y la verdad es que fue bastante divertido, se organizó cerca del Isar, donde fue también la otra barbacoa.
Cuando llegamos, Alberto estaba intentando encender fuego (me parece que no llegó a obtener ningún resultado positivo), pero afortunadamente había otras dos barbacoas, bien llenas de carne. ?Que rico!
Luego por otro lado muchos compañeros llevaron sus propias comidas, algunas de ellas típicas de otros países como China o India, y fue bastante curioso probar cosas nuevas.
Y después de la comida, lluvia, por supuesto, no puede faltar en cualquier barbacoa, aunque cuando pasó otro rato se arregló, salió el sol e hizo un día fenómeno, muchos aprovecharon para jugar al fútbol, al volleyball o a cualquier otra cosa.
Y para las 6 de la tarde a repartir la comida que había sobrado y para casa. Eso sí, las horas que pasamos en la barbacoa no cuentan, o sea que ya debo horas extras, al ritmo que voy, me tendré que quedar aquí trabajando hasta diciembre.
Un duro día de trabajo
4 agosto, 2007 | Sin comentarios