Ya se han terminado las vacaciones de Navidad, aunque vacaciones vacaciones propiamente dichas no han sido, ha habido su Nochebuena, su Año Nuevo y sus Reyes.
El sábado, me encontré con Iván y Emilito y me contaron que habían ido a la sierra a comprar unos forfaits para subir a esquiar a Sierra Nevada el día 7.
Así que me apunté con ellos. El domingo estaba preocupado por si no quedaban forfaits, pero el lunes subimos y no hubo ningún problema en encontrarlos.
Al final fuimos 5: Paniza y José Manuel encabezando el grupo de los que sabían y por otro lado Emilio, Iván y yo en el grupo de los que no sabíamos.
Empezamos por poca cosa: Subiendo a Borreguiles a la zona de principiantes, pero la nieve estaba hecha una porquería, demasiado pisada. Así que la siguiente vez cambiamos de piste, yéndonos un poco a la izquierda y nos tiramos por la pista «Amapola». Después, para que Emilio perdiese un poco el miedo, nos tiramos por una azul, y empalmamos con el Río para bajar hasta Pradollano.
Allí, después de esperar un poco a que llegara Iván que tuvo algún que otro problema técnico decidimos subirnos a la zona de la Loma de Dílar, pero eso fue un desastre: Al llegar, se había estropeado un telesilla y tuvimos que volvernos a Pradollano por el Río por una pista llamada «Boulevard», pero que estaba muy poco transitada, con poca nieve y dura como un peñón. ?Vaya desastre!
Así que al final, para arriba en el Tele-Cabina. Como ya era hora de comer, paramos un poco a comernos un bocadillo, Emilio, Iván y yo, dejando a Pani y a José Manuel para irse a pistas más complicadas.
Después de comer nos tiramos varias veces por las mismas pistas: La Amapola y la Perdiz, para ver si nos sltamos bien soltados, y cuando llegó la hora, nos bajamos por el Río: Un poco congestionada a esa hora porque es a la hora a la que todo el mundo decide bajarse desde Borreguiles, pero al final sin novedad ninguna.
Y eso sí, muy cansados, con un dolor en las piernas…
A ver si repetimos en breve, aunque ahora con esto del trabajo…