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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

11 octubre, 2008
por admin
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Migas en lo de Mario

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El sábado pasado nos invitó Mario a unas migas en su casa, así que después de organizarlo todo el viernes por la noche en el Gambrinus, al final, el único que se presentó el sábado a las 10:30 en el Mercadona, menos mal que a las 11:30 ya vinieron Mario y María y empezamos a comprar: Mercadona, carnicería de la calle América, panadería de los Arrayanes, tienda de los 20 duros de la calle San Amador, y rumbo a casa de Mario para dejar los avíos.
Ya sólo faltaba que terminase de llegar la gente para empezar a preparar la comida.
Poco a poco se formaron dos grupos: Los que prepararon los aperitivos y los que prepararon las migas, aunque al final todos tuvimos que pasar por la cazuela para seguir dándole vueltas y que no se quemara eso.
Por supuesto, aunque hay muchas opciones para las migas (sardinas, chocolate, granadas,…) , nosotros cogimos las migas anti-colesterol: Torreznos y chorizo.
Entre otras cosas, también tuvimos oportunidad de probar morcilla de arroz, parecida a la morcilla normal, pero desde mi punto de vista, más suave y con menos sabor, pero muy rica.
Así que después de comerse un buen plato de migas, amablemente Paniza fue a traernos el postre: unos dulces y unos digestivos.
Para seguir echando el rato empezamos a jugar al Pictionary, con algún que otro sobresalto, como las famosas magdalenas mágicas de Iván, que nadie supo averiguar que eran, o por supuesto, el relajador de Mario, que no servimos si relajaba, pero sensación rara sí que daba.
Cuando nos cansamos del Pictionary, pasamos al Scattergories, que éramos bastante malos… menos mal que Emilio nos ayudaba y daba sus respuestas en voz alta…
Tuvimos una visita sorpresa, pero creo que fue cosa de entrar y salir.
Por la noche organizaron por supuesto más cosas, salir y eso, pero yo tenía marcha con el Club Ciclista, y ya había comido bastante por el día.

11 octubre, 2008
por admin
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Domingo en Madrid

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El domingo fue el último día que estuvimos de reunión los Erasmus del 2006, así que después de madrugar muchísimo (nos habíamos acostado un poco tarde…) y de desayunar empezamos nuestra vuelta matutina por Madrid. A dos pasos del hotel estaba la Plaza Mayor, así que de nuevo nos fuimos para allá y ?Sorpresa, Sorpresa! ?El mercadillo Numismático! Realmente impresionante, todos los soportales de la Plaza Mayor llenos de puestos vendiendo monedas, que barbaridad, ahora eso sí, ahí es para ir con tiempo y echar la mañana entera. Y por supuesto no me pude resistir, y me compré alguna cosilla que me faltaba.
Después de la Plaza Mayor seguimos bajando en dirección al Palacio Real, pasando por el Ayuntamiento, y algunos otros edificios desconocidos para mí.
Aunque queríamos entrar al Palacio Real, la cola era muy larga y Jose y Virginia tenían que irse temprano, así que cambiamos y al final volvimos a entrar a la Almudena puesto que algunos no la habían visto.
Nos fuimos poco a poco hasta el Palacio Real y estuvimos dando una vuelta por los Jardines de Sabatini.
Al poco llegamos a la Plaza Mayor donde vino la primera despedida: Jose, Virginia y Elena tenían que irse temprano, poco a poco fuimos subiendo por la Gran Vía, y entramos en un bar para tomarnos una cerveza, y tan cansados estábamos que no teníamos ganas de movernos, así que nos quedamos comiendo.
Bien descansados subimos por la Gran Vía y al final y un poco antes de llegar a Sol nos encomtramos con un Fnac, y parada de nuevo para que Rubén buscase un libro en inglés de dragones que aún iba a tardar un par de años en salir en español.
Sin parar nos fuimos ya para el Hotel para recoger las maletas, y nueva despedida, esta vez de Rubén que vinieron a recogerlo sus familiares, antes de irse para Zúrich.
Nos fuimos por la Calle Atocha para abajo buscando la estación de trenes, y a medio camino, Amelia cogió el metro para ir a la estación de Autobuses.
A la estación de Atocha llegamos solamente Jose, Maite, Albert y yo mismo, mi tren salió el primero de todos y allí nos despedimos.
Aunque eso sí, nos hemos quedado con muchas ganas de repetir, a ver si organizamos una casa rural o algo parecido.