11 junio, 2009
por admin
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El sábado pasado Joaquín me convenció de malas maneras para coger la bicicleta de montaña. L verdad es que hacía un día bastante malo: Por la mañana estaba lloviendo, y la tarde no parecía que fuese a hacer mucho mejor tiempo: Estaba muy nublado y el Sol no aparecía por ningún lado.
Salimos de Martos en dirección a Torredonjimeno; llegamos a Torredelcampo (que hasta entonces era lo más lejos que había llegado por la Vía Verde en dirección Jaén) y continuamos: Nos desviamos por la carretera que va al Castillo del Berrueco, para continuar luego por una vía de servicio en una zona donde la vía verde se pierde, hasta enganchar ya otra vez con la vía verde, ya en su tramo final hasta Jaén; pasamos por una salida a un carril que conduce a la ruta de los torreones, entre los que destacan el Castillo del Berrueco. La vía verde hasta Jaén es bastante llana y recta, apenas sin curvas, hasta que llega a la Circunvalación de Jaén, done la vía verde pasa por debajo de la Autovía circulando por un carril. Hasta llegar a Jaén hay varios cortes en la Vía Verde, por obras, pero es curioso como en la parte final la Vía Verde discurre paralela a la vía actual del tren.
Llegamos a Jaén, a las Lagunillas, justo cuando empezó a llover, así que nos dimos la vuelta antes de que empeorara la cosa y nos volvimos casi sin parar hasta llegar a Torredelcampo, allí paramos para tomar algo, y casi fue peor, porque empezó a llover fuerte. Paramos un poco en un túnel esperando que escampase, aunque eso no evitó que llegásemos a Martos empapados, justo cuando ya todos los caracoles estaban saliendo.
Y como las leyes de Murphy no fallan, en cuanto llegamos a Martos, salió el Sol…
En total salieron 50 km., en dos horas y tres cuartos, 1200 kilocalorías y en ascensión acumulada, sólo 323 metros… Es la vía verde.