A la tercera va la vencida, así que después de explorar dos veces el camino hasta Jabalcuz, el domingo por fin, pude subir hasta todo lo alto.
El sábado, al final salí solo, y en vez de salir a las 8 que tenía pensado, entre unas cosas y otras salí casi a las 9.
Seguí la ruta que había empezado otros días: Camino viejo de Martos hasta llegar a Jamilena, luego subida hasta la ermita de Santa Ana, donde aproveché para parar y llenar agua en la fuente, continué subiendo hasta llegar a la cantera de Holcim y bajar hasta la charca. Subí y cogí el famoso carril que sale antes de la puerta verde, para salir al Megatín y a la Fuente del Palo.
Desde allí cogí una pista/carril que sigue subiendo, llega hasta otra valla que cierra el acceso a la urbanización del Pilar de los Potros. Allí, a la derecha sale otro carril que lleva a Jabalcuz, pasando por otra cantera. Menos mal que me encontré con otro ciclista que me indicó el carril que tenía que coger para subir a Jabalcuz.
Y ahí empieza la verdadera subida a Jabalcuz. Paso a quads, coches y motos prohibido. Una pista bastante ancha y en muy buen estado, con una subida bastante suave entre pinos. Así se prolonga bastantes kilómetros, poco a poco se va subiendo, sin ver nada más que pinos y pinos. En alguna curva del camino deja entrever las magníficas vistas de Torredelcampo, Torredonjimeno y la campiña. Hacia mitad del camino está el «Puerto del Aire«, donde se conecta el carril que sube hasta Jabalcuz con uno que viene desde la carretera de Los Villares y el que yo llevaba. Allí cambia la subida al otro cerro (el propiamente Jabalcuz, hasta entonces había ido subiendo por el de la Mella.
Esta última etapa del carril es sin pinos, aunque por la altura hacía bastante fresco. La carretera serpentea mucho, con curvas bastante cerradas, que no para de ir ganando altura hasta la caseta de Jabalcuz. A unos 100 metros de la caseta el carril desaparece y hay un pequeño sendero por el que tuve que empujar la bicicleta hasta poder llegar a todo lo alto.
?Por fin!, ?Alcanzado Jabalcuz!, 1614 metros de altitud. Y quién lo iba a pensar, pero arriba había bastante gente: senderistas y la persona encargada de la vigilancia de los incendios en la caseta.
Allí estuve un rato, descansando y disfrutando de las vistas.
Sobre todo pensaba cómo volverme: podía volverme por donde había venido, bajar hasta la carretera de Los Villares o bajar por una pista que va a salir al Neveral. Esta tercera era mi opción favorita, pero como no conocía la ruta, y se me hizo tarde, al final decidí deshacer el camino:
Me bajé otra vez por el carril de Jabalcuz, pasando por el Puerto del Aire y saliendo a la cantera. Me equivoqué y cogí el carril de la urbanización del Megatín, que me dejó en Torredelcampo (al final todos los caminos llevan a Roma), y allí cogí la Vía Verde para regresar a Martos.
Llegué a Martos casi a las 2 de la tarde, aunque había parado bastante para hacer fotografías. Al final salieron 53 kilómetros en 3 horas y media, 1270 metros de ascensión acumulada y 2700 kilocalorías gastadas. Una buena marcha.
La próxima La Grana y Jabalcuz…
4 agosto, 2009
por admin
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