31 agosto, 2009
por admin
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Ayer terminé de leerme la segunda novela de la trilogía Millenium de Stieg Larsson, «La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina», la continuación de «Los hombres que no amaban a las mujeres«.
En esta novela, Lisbeth ha decidido estar un año sabático, después de todos los acontecimientos de la primera novela, que dicho sea de paso, la han convertido en millonaria. Así que después de romper con Mikael, decide poner tierra de por medio y recorrer buena parte del mundo y estar algún tiempo en Granada, aunque al final la tierra le tira, no puede combatir contra la morriña y decide volverse a Suecia.
Mikael por su parte sigue trabajando como periodista y una vez recuperado el crédito perdido, vuelve a ser un periodista de éxito. Esta vez le es ofrecido un caso sobre trata de blancas en Suecia por parte de una pareja: Ella trabajando en su doctorado y él periodista también. La revista decide publicar el libro y los artículos del chico, por lo que le prestan todo su apoyo.
En estas están cuando la pareja aparece muerta, la policía manteniendo que Lisbeth es la asesina, y Mikael creyendo que el trasfondo del asesinato recae en el contenido del libro: algún mafioso de los que se dedican a la trata de blancas.
Todo el resto del libro se centra en las investigaciones que van haciendo todos los personajes del libro sobre Lisbeth: desde su infancia hasta la época más reciente, a través de informes psicológicos, testimonios de amigos y conocidos, revelando poco a poco la historia de Lisbeth, alguna conocida y otra no conocida (todo lo malo).
Entre los malos, siempre aparece el misterioro personaje de «Zala», que poco a poco irá siendo descubierto, teniendo un papel importante en la trama final de la novela.
El comienzo de esta novela explica el porqué del descafeinado final de la primera, y al poco entra enseguida en acción, aunque si bien, muchas veces se pierde un poco repitiendo la historia de Lisbeth desde distintos puntos de vista que va encontrando la policía y Mikael en su investigación.
La novela no tiene un final cerrado, la novela termina en medio de una acción, obligando así a empezar a leer el tercer volumen de la trilogía para saber como termina exactamente éste.
En definitiva, una novela parecida a la primera, fácil de leer, te engancha, y rápida, aunque ahora que la he terminado me parece que tiene menos acción que la primera.
Habrá que ir buscando la tercera parte.