El domingo por la tarde aproveché para ver esta película que tenía pendiente desde hace bastante tiempo (se me escapó cuando estaba en el cine) y de la que había escuchado buenos comentarios.
De nuevo Clint Eastwood vuelve al cine aleccionador, al cine que inteta reflejar los problemas que día a día sufren mucha gente (en especial estadounidenses) en su vida diaria, esta vez reflejada en la delincuencia callejera y bandas organizadas que aterrorizan sus barrios.
Walt Kowalski (Clint Eastwood) es un anciano, pero pese a anciano, es un hombre duro, muy duro, descendiente de inmigrantes polacos, veterano de la guerra de Corea y 40 años trabajando en la Ford, es un hombre que no termina de adaptarse a los cambios que se han producido en los últimos años: No entiende a sus hijos que han crecido en una época de abundancia y con los que no van los sacrificios ni el trabajo duro.
A la misma vez el barrio se ha llenado de inmigrantes asiáticos, gente a la que no conoce y a la que no entiende, pero que conforme vaya teniendo más trato al haberse quedado viudo irá comprobando como ellos tienen más que ver con él que sus propios hijos: gente acostumbrada a sacrificarse, a trabajar duro y dispuestos a disfrutar del sueño americano, aunque por supuesto, siempre hay gente dispuesta a chafarlo, en este caso las bandas organizadas de delincuentes, donde Walt no tiene ningún miedo en enfrentarse a ellos: al fin y al cabo estas bandas no son nada en comparación con todo lo que pasó en Corea.
El nombre de la película viene de su coche: Un Ford Gran Torino, del año 1972 y del que él mismo montó algunas piezas, envidia de todos sus amigos y conocidos.
Es una película como las últimas de Eastwood que pretende ser aleccionadora y con trasfondo social y lo consigue.
Cine: Gran Torino
29 septiembre, 2009 | 4 comentarios
7 octubre, 2009 a las 16:56
yo la he vistoo y me parecee una peliculaa muyy buenaa! : D y miraa que yo para el cinee soy muy repugnantee..jaja
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