Este miércoles fuimos al cine a Jaén a ver «la película de la semana», esta vez la última de Amenábar, ágora, que cuenta la historia de Hipatia de Alejandría, una filósofa y astrónoma que vivió en Alejandría entre el siglo IV y V d.C. y asesinada por una hora de cristianos exaltados contra los paganos.
La película, muy bien ambientada, comienza contando la historia de Hipatia en su escuela, enseñando filosofía y astronomía a sus alumnos, que con el tiempo formarían parte de la aristocracia y personas influyentes de la zona.
Poco a poco el clima entre los paganos y los cristianos va enrareciéndose y la tensión va incrementándose hasta terminar en un conflicto abierto. Los paganos se hacen fuertes en la Biblioteca de Alejandría, y el acuerdo entre cristianos y paganos supone que los paganos tienen que abandonar la Biblioteca y dejarla a los cristianos (hecho histórico del que no existen referencias), que aprovecharon para saquearla y destruir sus fondos.
Hipatia consigue abandonar la Biblioteca y instalándose en una villa donde sigue haciendo sus investigaciones aunque más alejada ya de la enseñanza.
Poco a poco el obispo cristiano, Cirilo (que luego sería San Cirilo), sucesor de su tío Teófilo, aprovecha para continuar su lucha contra el paganismo y los judíos, recurriendo a la violencia y a las lapidaciones tantas veces como es necesario. Esa presión poco a poco se va trasladando al prefecto del Emperador: Orestes que fue también alumno de Hipatia; aunque él intenta salvarla, nada puede hacer contra la violencia de los cristianos y la presión de Cirilo y de Sinesio de Cirene, otro obispo cristiano. El retrato que se hace en la película de este personaje es, cuanto menos, particular, salvado por Hipiatia cuando las revueltas entre cristianos y paganos, cuando vuelve como obispo, aunque intenta ayudar, tampoco presenta una actitud en oposición a Cirilo.
Precisamente a día de hoy gran parte de lo que se sabe de Hipatia es gracias a las obras de Sinesio de Cirene.
La película intenta ser un alegato en contra de los fanatismos religiosos, ahora que tan de moda están por las guerras en Oriente Próximo, sin embargo Amenábar decide tomarla esta vez con los cristianos, mostrándolos a todos como unos intransigentes manipuladores, que están en contra de la cultura, sin hacerle mucho caso a la Historia.
Al margen de las imprecisiones históricas, la película está bien ambientada y muestra demasiada violencia. Un nuevo género que intenta Amenábar, dando su particular imagen.
17 octubre, 2009
por admin
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