El otro día, después de mucho tiempo de que Antonio insistiera y de que nosotros pudiéramos encontrar una fecha que nos viniera bien, el domingo 29 fuimos a Frailes, provincia de Jaén, cerca de Alcalá la Real, y si uno se va por la sierra, después de Valdepeñas.
Así que el domingo temprano, a las 9 de la mañana estaba en Jaén, que me iban a llevar, para no tener que coger el coche y no tener que preocuparme luego del coche. Allí quedé con Juan y fuimos a tomarnos un café mientras hacíamos tiempo para que llegara Urbita, que al final llegó una hora tarde (y luego me dicen a mí). Fuimos a desayunar por la zona del Boulevard y luego carretera y manta hasta llegar a Frailes. Después de un par de indecisiones en los cruces de carretera pudimos llegar a Frailes, donde estaba Antonio en su casa cogiendo los avíos.
Fuimos para la casa de campo de Antonio y empezamos a preparar las cosas: Encendimos los fuegos y empezamos a tomarnos una cervecilla. Poco a poco fueron llegando los demás compañeros de la oficina y Merce con lo que faltaba.
Bebida no faltaba, ni tampoco comida, un paquete de chorizos de la Alpujarra de 5 kilos (riquísimos), morcilla, chuletas, aperitivos, todo riquísimo; que David no se movía del fuego. El problema fueron las migas que se le antojaron a Urbita, y allí estuvieron los hermanos Lucena: No teníamos sartén, así que tuvimos que ir a buscarla y se puso al fuego tardísimo. Tanto que hasta las 7 de la tarde no estuvieron preparadas (Justo a la misma hora que el Barcelona – Madrid).
En la sobremesa, junto con unos digestivos, estuvimos también jugando un poco: Al Bingo (que malos resultados) y al Trivial (peor, peor).
Cuando llegó la hora del fútbol fue un poco espantada, yéndose algunos a Frailes para verlo por la tele (En Gol TV, televisión de pago), así que me volví con Mari ángeles y Jesús y Lucena, para hacer algunas cosillas en Martos.
Y así terminó la primera barbacoa fraileña de la oficina. Ya mismo otra.