He terminado de ver «Marnie la Ladrona«, una película de Alfred Hitchcock del año 1964.
La película se centra en Marnie, una joven, interpretada por Tippi Hedren que va robando por todas las empresas en las que trabaja, grandes cantidades de dinero (del orden de 10000 $), todo ello para hacerles buenos regalos a su pobre madre.
En uno de estos pasos conoce a Mark Rutland (un jovencísimo Sean Connery) que conoce las andanzas de Marnie de una empresa anterior con la que tenía negocios y reconoce en la entrevista de trabajo a Marnie. Mark pilla a Marnie «in fraganti» y la fuerza para que se case con él, al haberse enamorado perdidamente de ella, intentando descubrir qué es lo que la obliga a comportarse de esta forma, haciendo una profunda labor de psicoanálisis (como en Recuerda).
Una gran película que personalmente me ha gustado mucho, en todo momento hace que te metas dentro de la historia, interesante en todo momento. Aunque Sean Connery no sea uno de los actores fetiches de Hitchcock, me gusta como funciona y como trabaja en la película, y Tippi Hedren tiene una muy buena actuación. Evidentemente algunas cosas con el paso del tiempo han quedado un poco raras, compo por ejemplos la tecnología para rodar y cambiar el fondo (cuando se va montado a caballo), pero cosas más bien limitadas por la tecnología de la época, más que por la maestría de Hitchcock, fuera de toda crítica.
Lástima que ya no se hagan películas así ¿o no?
Marnie la Ladrona
8 diciembre, 2009 | 2 comentarios
23 diciembre, 2009 a las 20:47
Yo creo que Hitchcock iba a un psicoanalista (como Woody Allen), pero no lo reconocía.
En todas sus películas aparecen sentimientos de culpa (falsos culpables), fobias y obsesiones (como en vertigo, marnie, rebeca, los pajaros) y psicosis…
Tenía que ser un tipo complejo (aunque se le veía muy cachondo), pero esto le ayudo a hacer magnificas pelis.
Un saludo
5 mayo, 2010 a las 02:01
No entiendo por qué hay multitud de decorado en rojo, incluso las escaleras de la mansión, por las que Marnie no se alarma. Incluso lleva un traje granate. Inexplicable.