O mi primer TomTom. Los navegadores GPS son unos aparatos que desde hace algunos años ya se han puesto de moda, y en muchos casos son necesarios y de gran ayuda.
Cuando se hace un viaje, y en especial a nuevos destinos en los que no se conoce la ruta, y en especial el tráfico de la ciudad son aparatos que te permiten «sobrevivir» a la experiencia bastante bien. Poder llegar a la puerta de un hotel en el centro de una ciudad en la que nunca has estado, parece más cosa de magia que de tecnología.
Todo esto se debe a los satélites GPS, lanzados por el Ejército de EE.UU., en plena guerra fría.
¿Quién dijo que la carrera espacial no iba a ayudarnos en nuestra vida del día a día?
Ahora que ya lo he usado, por lo menos una vez, debo decir, que si bien el Navegador es muy útil, un buen mapa de carreteras ayuda, así pues el uso conjunto de los dos se hace casi imprescindible para poder llegar a casi cualquier punto del país.
El TomTon One no es el navegador más básico que ofrece la compañía holandesa, respecto al más básico tan sólo se diferencia en algunas prestaciones adicionales del software (aviso de radares fijos, aviso de carriles en autovía); mientras que de las versiones más avanzadas (XL y Go) difiere en su tamaño de pantalla.
Sobre la utilización decir que los menús son muy intuitivos y sencillos de utilizar. Apenas un vistazo a la guía rápida de instalación sirve para empezar a utilizar el navegador sin problemas.