El día 30 fue otro día que durante las vacaciones la lluvia dio un respiro. Por la tarde me llamó Pedro para salir a dar una vuelta. Dicho y hecho; aunque él quería hacer vía verde para evitar barro. Como ya está visto que ir por la Vía Verde no es asegurarse de que no va a haber barro, le propuse una salida más interesante: Cerro Viento, a explorar un poquito, que nunca había conseguido llegar más lejos de 1 km. después de la Cuesta del Pesebre.
Salimos de Martos y comenzamos a subir por la carretera de Los Villares para desviarnos por el carril del Cerro Viento. Muchísima agua por todos los lados, por las cunetas, por la tierra, por las fuentes…
Subimos poco a poco hasta la cuesta del Pesebre y después de coronar continuamos para alante, casi siempre subiendo aunque con cuestas mucho menos pronunciadas y más suaves, todo asfaltado, tal y como puede verse en el perfil.
Finalmente llegamos a una bifurcación de carriles, uno en dirección a Los Villares / Valdepeñas que terminaba en un carril hecho un barrizal. Nos dimos la vuelta y cogismo el otro, con cemento. Sorpresa, sorpresa, la cuesta era de un ?24 %! Algo realmente duro y casi imposible de subir, la sensación de pensar que te ibas a caer por la inclinación era más que patente, menos mal que la cuesta era corta y pudimos subir hasta todo lo algo, aunque el resultado era el mismo: Más barro. Nos dimos la vuelta porque parecía que el tiempo empezaba a cambiar: En efecto, poco antes de empezar a bajar vimos como se empezaba a formar la tormenta: Las nubes (niebla) hechas jirones pasaban delante de nosotros y empezaba a llover… Menos mal que bajar siempre es más rápido que subir y pudimos llegar a Martos rápido.
Al final, 20,5 km. en una hora y 20 minutos, un desnivel total de 500 metros y 1000 kilocalorías gastadas.