Ayer terminé de ver otra película de Paul Newman y dirigida por Alfred Hitchcock.
La película es del año 66 y está protagonizada también por Julie Andrews.
Un crucero por el Mar del Norte con profesores de física de todo el mundo, en plena guerra fría, esto suponía una bomba en potencia, nunca mejor dicho.
Al llegar a Compenhague comienza el juego de espías, el docor Armstrong (Paul Newman), coge un avión para el Berlín Oriental haciéndole pensar a su novia Sarah Sherman (Julie Andrews) que sigue con su ciclo de conferencias por Europa. Sarah descubre el engaño y sigue a Armstrong hasta Berlín.
En Berlín comienza el juego planificado por Armstrong, aunque de una forma diferente a como él había pensado, ahora tiene a su novia a su cargo. Su plan está claro: Conocer al profesor Lindt, que trabaja en el mismo tipo de arma que él y que ha conseguido solucionar la última fase, llevándole la delantera a los americanos.
La Stasi, siempre tan cautelosa decide ponerle a un agente que vaya siempre detrás de él para que vea sus movimientos, hecho que complica las gestiones paralelas que tiene que hacer Armstrong para su posterior huída de Alemania.
Otra gran película de Hitchcock, en la que en plena guerra fría, Hitchcock da su opinión sobre el comunismo, mostrando un país con una fuerte presión policial, de gatillo fácil y donde la gente no dispone de completa libertad ni para elegir qué tipo de café tomar.
Con una historia muy interesante que te engancha, muy bien rodada e interpretada. Curiosamente esta película no es de las más conocidas de Hitchcock; quizás porque los actores que la protagonizan no son los habituales y no volvieron a repetir en más películas.
Cortina Rasgada
1 febrero, 2010 | Sin comentarios