El sábado, aproveché para ir al cine a ver «Furia de Titanes», antes de que la quitasen de cartelera, que yo creo que ya no le queda mucho.
En el cine sólo quedaba ya la sesión de la tarde en 3D, puesto tan de moda tras Avatar, aunque había leído que esta película la pasaron a 3D después de rodarla y no quedó muy bien. Como cosa curiosa las gafas 3D que me dieron aquí tenían los dos cristales grises, con lo cual no había los cambios de color que había en Linares con las gafas con cristales verdes y rojos.
Furia de Titanes es un remake de otra película del mismo título de 1981, basada en la mitología griega, aunque con muchas licencias.
Cuenta la historia de Perseo (Sam Worthington), como encontrado por unos pescadores en medio del mar siendo un bebé es criado como un hombre más. Es llevado a la ciudad de Argos, donde los hombres se han rebelado contra los dioses, por lo que Hades, y les encomienda a que sacrifiquen a Andrómeda o tendrán que enfrentarse al Kraken (esta ya no pertenece a la mitología griega); por lo que Perseo comienza una búsqueda que le llevará a pedir ayuda a las brujas Grayas, para poder enfrentrarse con Medusa, siempre con la ayuda de Pegaso y de Io.
Una película con muchos, muchísimos efectos especiales, que cuenta la historia de forma muy rápida, casi pasando de puntillas por la verdadera historias de la mitología griega. Una película muy visual, aunque un tanto insustancial.