El domingo fue el segundo día de nuestra excursión a Praga. Los que éramos la primera vez que estábamos participamos en el «Free Tour«, una guía por la ciudad, con un ex-Erasmus valenciano que nos enseñó los sitios más turísticos de la ciudad con histoerietas de cada uno de ellos.
Empezamos en la Plaza del Ayuntamiento, donde nos enseñó el Palacio Kinsky donde estudió Kafka, y donde posteriormente se proclamaría la República socialista de Checoslovaquia y la estatua a Juan Hus, un reformador protestante del siglo XIV; la iglesia de San Nicolás y el reloj astronómico del Ayuntamiento, con otras historias, no del todo ciertas todas ellas y con todas sus estatuas que se mueven.
Desde allí fuimos callejeando hasta llegar a la Universidad Carolingia, donde sólo pudimos ver algunos de los restos que quedan sobre la mediocre restauración que hicieron después de la II Guerra Mundial.
Seguimos callejeando, pasando por la Plaza de Wenceslao, donde nos contó cosas de la Primavera de Praga del 68; para continuar buscando el barrio judío. Una graciosa estatua de Kafka nos da la bienvenida, pasando a ver por fuera la sinagoga española, construída en 1868 inspirándose en la Alhambra.
Otra sinagoga que vimos por fuera fue la «Vieja-Nueva«, donde se supone que se desarrolló la historia del «Golem de Praga«; al lado está la sede del rabino de Praga y el cementerio judío de Praga, donde durante casi 400 años estuvieron enterrando todos los judíos que murieron en ese gueto.
Andando un poco más, casi volvimos al centro, y nos enseñó una escultura, patrocinada por Vodafone que recuerda las manifestaciones que hubo en 1990 para promover un cambio político que acabara con el comunismo; para terminar la excursión en una plaza, donde estaba el puesto de trabajo de Reinhard Heydrich; donde terminó el Free Tour.
Los que quedábamos, nos volvimos para el centro, buscando a los demás, para comer e ir preparando ya el viaje de vuelta a Dresde.
Comimos en un bar del centro, donde pudimos disfrutar de una fuente de carne típica de Praga, y tras ello, rumbo a la estación de trenes, para coger los trenes que nos llevarían de vuelta a Dresde, deshaciendo el camino que hicimos el sábado.
5 mayo, 2010
por admin
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