Ayer aproveché para ver la película «El Tercer Hombre«, del año 1949; dirigida por Carol Reed (El Tormento y el í?xtasis), y protagonizada por Joseph Cotten y con la participación de Orson Welles.
Se desarrolla en Viena, en la postguerra, cuando la ciudad todavía estaba ocupada por las 4 potencias aliadas (Rusia, Francia, Estados Unidos y Reino Unido).
El estadounidense Holly Martins (Joseph Cotten), escritor, llega a Viena, invitado por un amigo suyo, Harry Lime (Orson Welles); pero se lleva una sorpresa cuando descubre que su amigo acaba de fallecer en un accidente de tráfico. En el entierro conoce a un oficial británico que se ofrece a invitarle a una copa, y le empieza a hablar mal de su amigo; Holly se niega a creérse esa historia y decide investigar el crimen por su lado para limpiar el nombre de su amigo. Versiones contradictoras, entre el portero de la finca y los amigos de Harry (Un barón, un médico y un húngaro), y contará con la ayuda de Valli, una amiga de Harry. Aunque al final los resultados que encuentra no son los que pensaba en un principio.
Película muy interesante, que muestra una Viena de postguerra, infraestructuras destrozadas, gente pasando hambre y comiendo por la calle, una ciudad semi-militarizada todavía con tropas con funciones de policía por la calle.
Y la puesta en escena, con la iluminación, es sencillamente increíble los juegos de luces, clarosocros, sombras, apariciones y desapariciones en la penumbra, o las escenas de la persecución en las cloacas realmente buenas.
Una película muy interesante.

Ayer aproveché para ver Heat, una película del año 1995, dirigida por Michael Mann (autor de Enemigos Públicos, Collateral o Miami Vice; todas ellas posteriores a Heat, y de algunos capítulos de la serie de televisión de los años 80 «Miami Vice«).
Con un reparto excepcional, entre los malos están Robert De Niro, Val Kilmer, Jon Voight, Tom Sizemore (Salvar al Soldado Ryan), Ashley Judd, y entre los buenos Al Pacino, una jovencísima Natalie Portman (Ahora me entero que es de mi edad).
Neil McCauley (Robert De Niro) es el jefe de una banda de delincuentes extremadamente profesionales y efectiva; planean dar un golpe contra un furgón blindado de transporte de dinero; para ello cuentan con un buen plan y los medios necesarios: Un camión, una ambulancia para huir, pinchos para evitar que la policía los siga; algo sale mal; y es que una incorporación de última hora no está muy bien de la cabeza; se encara con uno de los vigilantes y termina por matarlos.
En paralelo aparece el teniente Vincent Hanna (Al Pacino), su tercer matrimonio y tampoco parece que funciona muy bien debido a su trabajo. Con una hija (Natalie Portman) de su tercera mujer que adora a su padre que nunca aparece para cuidarla, en plena adolescencia y muy insegura.
Vincent se hace cargo del caso e intenta investigar qué banda ha podido hacer un golpe tan profesional; pero no tiene ninguna pista, tan sólo un nombre «Listillo», que tampoco parece ser de mucha ayuda. Tirando de confidentes consigue identificar a Listillo por lo que pone a toda la banda bajo vigilancia.
En paralelo, Neil acepta otro trabajo: Contra un banco y por valor de 12 millones de dólares; y empieza a hacer los preparativos; aquí es donde empieza a sospechar que están bajo vigilancia; por lo que empieza a jugar al gato y al ratón, tratando de dejar al otro atrás.
Interesante película donde muestra a los delincuentes y a los policía de una forma muy similar: Cada uno tiene su familia, sus problemas, y sus fijaciones; todos intentan hacer su trabajo lo mejor que pueden, unos dentro de la ley y otros fuera. Interesante relaciónque se establece entre el cazador cazado y su presa: Incluso se atreven a tomar un café para verse cara a cara. Chris Shiherlis (Val Kilmer), es el técnico del grupo: Se encarga de manejar la maquinaria necesaria, y tiene una tormentosa relación con su mujer.
Interesante también son las filmaciones nocturnas, a las que Michael Mann tan aficionado es; me recordaron mucho a Collateral, Miami Vice y a Enemigos Públics, si bien todas estas películas son posteriores a Heat.
Muy conocido es el duelo interpretativo entre Al Pacino y Robert De Niro en la película, si bien, yo me quedo con Robert De Niro.
Y por supuesto la escena del atraco en el banco, el tiroteo en la calle, en la que parece que llevan auténticos tanques, aterrorizando a la policía es también digna de mención.
Incluso los primeros móviles que aparecen en la película son graciosos; año 1995, cuando la telefonía era todavía analógica y los móviles, todavía escasos ya empezaban a verse por ahí; aunque a unos precios (y tamaños) desorbitados.
Con una duración de 2 horas y 45 minutos, algo más que la duración estandard, con un buen reparto; interesante y entretenida.