16 julio, 2010
por admin
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El domingo pasado, después de tanta barbacoa, y para refrescarnos un poco fuimos a bañarnos al lago de Cossebaude.
Cossebaude es un pequeño pueblo, que se encuentra entre Dresde y Meií?en. Mientras que los demás Erasmus decidieron ir en tren, yo para hacer un poco de ejercicio cogí la bicicleta. Así que dicho y hecho, bañador y toalla en la mochila, bicicleta, y camino del Elba.
Ese preciso domingo era también cuando se celebraba el día de la bicicleta organizado por el periódico local; con lo cual me encontré el camino lleno de bicicletas.
Después de preguntar no pocas veces, pude llegar al lago de Cossebaude, después de buscar un poco y con bastante suerte. Justo cuando llegué, estaban los españoles todavía haciendo cola para entrar, je, je, no es el tren más rápido que la bicicleta.
Cossebaude es algo más cuidado que el de Birkwitz; hay vigilantes, taquilla (la entrada cuesta 3 ), chiringuitos, vestidores… algo así como una piscina municipal, pero con lago en vez de piscina.
El lago es artificial, pero enorme, y además también hay un tobogán para tirarse y hacer maldades (como un mini parque acuático); y un par de piscinas más pequeñas para niños.
Yo no me había llevado comida, así que aproveché y me compré algo en los chiringuitos de allí (No quedaban filetes «schnitzel«, así que tuve que comprar salchichas…)
Y luego vuelta para Dresde. Al final salieron 30 km. en una hora y 20 minutos; la bicicleta ya tiene un total de 576 km.