El pasado domingo por la noche estaba cansado y tenía ganas de ir al cine, aunque la cartelera no era nada del otro mundo. Todavía sobrevive «El Equipo A«, «Salt» (Que era la otra que podría haber ido a ver), la nueva de Nicholas Cage.
Al final elegí «The Expendables», la última de Silvester Stallone por el morbillo que se había creado a raíz de ser la primera película en la que dos de los clásicos actores de película de acción de Hollywood, Stallone y Schwarzenegger comparten plano y trabajan en la misma película, aunque tan solo sea un pequeño cameo del segundo.
La película no es nada del otro mundo, aunque si se ve como un homenaje a las películas de los años 80 del género de acción, y en parte como parodia en plan algo cómico puede tener otra interpretación.
Barney Ross (Stallone) es el cabecilla de un grupo de mercenarios que se dedica a recorrer medio mundo, para rescagar y resolver problemas. La primera misión que sirve como su carta de presentación en la película es en un barco pesquero que ha sido apresado por unos piratas somalíes, donde por supuesto salen victoriosos, aunque empiezan las rencillas con uno de los miembros que no sabe contener su violencia Gunnar Jensen (Dolph Lundgren). Las muestras de violencia extrema, y sangre saltando resultan hasta cierto punto excesivas, pudiendo entenderse como parodia.
Vuelven a EE.UU., donde Barney se reúne con un sacerdote (Bruce Willis) en una iglesia, en la que aparece Trench (Schwarzenegger) para proponerle otra misión (por la que por supuesto cobrarán), asesinar al dictador de una pequeña isla caribeña, que por supuesto acceden.
Lo primero es una misión de reconocimiento, en la que es acompañado por el segundo del grupo: Lee Christmas (Jason Statham), donde entran en contacto con su agente en la isla (No hay que ser muy listo para ver quién es en realidad el contacto…), Sandra (Giselle Itié), que por cierto, pese a ser una isla caribeña, es la única que habla bien español, los demás extras, así como el dictador – General Garza (David Zayas – Dexter), hablan el español como indios…
Por supuesto en su misión de reconocimientos son descubiertos (la sutileza no se cuenta entre sus virtudes), y tienen que salir por piernas, aunque eso, sí, dejando un reguero de destrucción a su paso. Aunque la misión no termina de estar cumplica, y un contrato es un contrato.
Otro de los personajes que aparece es Tool (Mickey Rourke, que mal se conserva este actor, que fue parodiado en Muchachada Nui), un mercenario jubilado que regenta un local de tatuado.
Una película que se deja ver, aunque no destaca en nada, salvo por algunos momentos de risa, por lo ridículo de las escenas más que por otra cosa, triste homenaje a las demás películas del género.