Hace dos domingos salí con la bicicleta para hacer algunos kilómetros, para ver si no llego muy mal para el embolao en el que me ha metido José María: El Dessafio…
Así que sin madrugar mucho (total, nadie me espera…), cogí el carril del Elba y me fui hasta Meissen, la ciudad de la porcelana, y luego continué unos pocos kilómetros, hasta llegar a las ruinas de un convento que anunciaban.
Y luego vuelta a Dresden. Al llegar ví que había chispeado por Dresden, así que menos mal porque me salvé de un buen chaparrón como la semana anterior.
Al final, 62,5 km. en 2 horas y 55 minutos, aunque teniendo en cuenta que casi no hay cuestas…
13 septiembre, 2010
por admin
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