El pasado sábado, Jorge, un chico de Erasmus, nos invitó a comer en su casa, una gran comilona.
En principio habíamos quedado a las 2, aunque yo no sabía a qué hora era, así que después de hacer unas compras que tenía pendiente en el centro, me fui para lo de Jorge, con un brownie debajo de la mano, donde llegué sobre las 13:30; demasiado temprano cuando me enteré que la hora de la comida eran las 2 (Horario español).
De todas formas me puse a ayudar un poco, a cortar algo de embutido o a subir algunas cosas del sótano del piso que Jorge tiene en Neustadt.
Conforme empezó a llegar gente y nos juntamos ciento y la madre (para ser más exactos, unas 13 personas), empezó ya el desfile de comida. Aprovechando que Jorge había subido de España hace poco en coche había ido a atracar un Mercadona, a traerse algunas cosas ricas, ricas, como fuet o anchoas, que hacía tanto tiempo que no probaba…
Y cuando estábamos llenos, empezó el desfile de platos: Crema de calabaza, ensalada «murciana», y albóndigas; y para terminar el postre, por supuesto, había que aprovechar el brownie.
Después de hacer una larga sobremesa para que bajara toda la comida, nos fuimos para el bar – Brauerei Waldschlí?sschen, donde habían organizado una pseudo Oktoberfest, aprovechando que ahora se celebra la conocida feria de la cerveza de Munich.
Teníamos una mesa reservada, y los camareros empezaron a traernos unos grifos de cerveza, cada uno con 5 litros de cerveza y jarras: ?Autoservicio!
Allí nos quedamos un buen rato, y además había una pequeña degustación de Jí?germeister, por lo que algunos iban periódicamente a hacerles alguna visita.
Cuando se acercaban las 11, y la orquesta estaba ya cansada, los españoles no se pudieron resistir, y al final tuvieron que salir a bailar, ante la atónita mirada de los alemanes, y aunque consiguieron que algún alemán saliera a bailar, duraron poco en la «pista» de baile… estos alemanes, siempre dando la nota…
Y hasta que al poco me volví, que ya estaba cansado.
21 septiembre, 2010
por admin
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