El sábado 4 fuimos de barbacoa al campo, a comernos un chotico entero. Manuel Jesús quiso invitarnos por su cumpleaños, por lo que tirando de sus contactos fuensanteños encontró un pastor que nos podía suministrar la materia prima: Un choto, y ya pinchado y todo.
Ese sábado tuvimos que recuperar el día para poder hacer puente, así que a las 2, después con la jornada laboral completada, me recogió Pedro con su C4, que ha substituido a la veterana cucaracha, terminamos de comprar las cosas, y los tres cogimos rumbo al campo.
Empezamos a repartirnos las tareas: Pedro se encargó de descuartizar al choto, Manuel Jesús de ir cocinando las patatas a lo pobre y el choto al ajillo y yo de ir poniendo la mesa; para que así ninguno se quedase sin hacer nada.
Inexplicablemente, los resultados culinarios fueron excelentes: Chuletillas de choto a la parrilla, choto al ajillo, muy gustoso e incluso una pata a la parrilla.
Después incluso hubo sitio para algo de postre: Cortadillos.
Cuando terminamos de recoger nos volvimos para la civilización, y no pudimos ir a la conferencia que hubo en el Colegio sobre el Museo Arqueológico del Padre Recio, así que nos fuimos al Gran Café a tomarnos un fresquito, antes de ir definitivamente a reposar la comida a casa.
4 diciembre, 2010
por admin
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