Aprovechando el puente, a Manolo se le ocurrió que sería buen momento para juntarnos en el campo y hacer alguna comida. Al final Manolo puso el arroz, mientras que Pedro se encargó de cocinar lo que quedaba del choto (3 piernas, muy interesantes).
Al final nos juntamos bastante, Manolo y Lola, Alfonso y Marta (que lástima que no pude ir a la cena que organizaron porque fue también la cena del Tosiria), Nele, Manuel Jesús, Pedro, Jesús,… En fin, un buen grupo.
De postre, Manolo tuvo una de las mejores ideas de la historia: llevarse su fuente de chocolate: Es una fuente con unos discos de acero inoxidable, se echa chocolate fundido y la fuente a través de unos calentadores y un sinfín se encarga de hacer que el chocolate fluya sin parar, para mojar bizcochos, magdalenas, frutas,… Lo que es un no parar,… hasta que el chocolate dijo «aquí estoy yo». De todas formas, uno de los mejores postres del mundo, je, je, je
Y después, para amenizar la sobremesa, Pedro se trajo su compañera inseparable: la guitarra.
En definitiva, una buena forma de pasar el miércoles de puente, una alternativa al tradicional «hoyo».
Arroz en el cortijo
8 diciembre, 2010 | Sin comentarios