Ayer saqué un ratillo para ver «La Maldición del Escorpión de Jade«, una divertida comedia de Woody Allen.
Una película del año 2001, protagonizada por el propio Woody Allen (CW Briggs): se desarrolla en los años 40, es un avezado detective privado de una compañía aseguradora, que se encarga de buscar propiedades robadas y aseguradas por la empresa en la que trabaja.
Ya maduro, y reacio a sufrir cambios en su forma de trabajar, el director general ha contratado a Betty Ann Fitzgerald (Helen Hunt), para optimizar la empresa: recortar gastos y organizar la empresa de forma más eficiente; por lo que la relación entre Betty Ann y CW no puede ir de mal en peor.
En una cena de compañeros de la oficina, CW y Betty Ann participan en una sesión de hipnotismo, que los dejan embrujados y controlados por el ilusionador.
El ilusionador conocedor de los negocios de la compañía empieza a utilizar a CW para robar las joyas que asegura su empresa.
Una divertida comedia, con unos ingeniosos diálogos del propio Woody Allen, disparatadas situaciones