Hace un par de domingos, el Club Ciclista organizó la tradicional comida de hermandad en Pegalajar, que además curiosamente, es la primera a la que voy desde que pertenezco al club.
Primero hicimos una etapa ciclista normal: Torredonjimeno – Pilar de Moya – Torredonjimeno – Jamilena – Martos – Los Villares – Jaén – Pegalajar, desde las 8:30, y alargando un poco la etapa para no llegar demasiado temprano a Pegalajar, aunque después de la etapa que había hecho el sábado, estaba bastante cansado. El perfil de la etapa fue bastanta accidentado: Subir el puerto del Mirador de Jabalcuz, y sobre todo la última subida a Pegalajar con rampas de hasta el 10 %; en total 83 km. en 4 horas y con 1300 metros de desnivel, quemando casi 2000 kilocalorías.
En Pegalajar nos duchamos en la piscina municipal, donde nos tomamos luego una cervecilla, antes de subir a la cueva, donde iba a ser la comida. Allí nos juntamos con los acompañantes que habían llegado en autobús, y los de la división de montaña.
Disfrutamos de un abundante menú y hacia media tarde salimos rumbo a Torredonjimeno, con las bicicletas cargadas en la furgoneta del presidente.
Un buen día ciclista.