Ayer sábado aprovechamos los compañeros del Departamento para comer fuera, con la escusa de ser el sábado laborable por las recuperaciones para mejorar la productividad por la crisis.
Así que nada; después de trabajar; nos fuimos para el Charlote, donde habíamos reservado mesa, y allí nos dimos un buen homenaje; Antonio nos sacó bastantes platos, de lo mejorcito que tenía y todo muy rico; junto con unas buenas cervezas, un buen postre, y para rematar el surtido de chupitos.
Luego, algunos prefirieron tomarse una copilla en el Charlote, antes de mudarse de sitio; así que después de un par de rondas nos cambiamos hacia el parque; yendo a caer al Gran Café; esperando que terminen la obra del Bauhaus; y allí nos quedamos hasta que nos dieron las tantas.
Aunque sea sábado; así si que por lo menos compensa trabajar el sábado. Al mal tiempo, buena cara.