El pasado fin de semana del 3 y 4 de Mayo, Repi organizó una excursión de senderismo por Sierra Nevada. Sonaba fenómeno después de tantos años sin vernos; así que el sábado sin tener que madrugar mucho, cogí el coche y directamente hasta Huetor Vega donde ahora se ha mudado Repi a una casa muy apañada; pedimos unas pizzas y después de organizarnos un poco y preparar las mochilas cogimos los coches para ir hasta Güejar Sierra, coger la carretera del tranvía hasta llegar a un restaurante donde dejamos los coches; cruzamos el Genil y empezamos a andar.
Remontando el Genil por la parte derecha empezamos a ganar altura; por la vertiente de umbría del valle; la vertiente con más árboles y más fresca; a los pocos kilómetros pasamos junto «al abuelo»; un castaño centenario donde hicimos una pequeña parada. Al poco nos desviamos por un camino que cruza el Genil por un pequeño puente; y luego vuelta a subir por la «Cuesta de los Presidiarios» (El antiguo camino que llevaban los reos a galeras para llegar hasta Almería), salpicada de numerosos pinos; una cuesta larga y tendida, algo dura con la mochila cargada, pero llevadera; después de coronar la cuesta llaneammos un par de kilómetros; cuando a la derecha nos encontramos casi por sorpresa con el refugio de la Cucaracha.
Allí nos encontramos con dos grupos de senderistas; uno incluso con caballos; allí cogimos leña que estaba cerca del refugio e hicimos nuestra propia hoguera para ir haciéndonos la cena: Unos chorizos asados; tampoco era cuestión de complicarse la cabeza; y allí empezamos a recordar historias del Colegio Mayor.
Nos acostamos en las literas de madera del refugio, llevando para ello sacos de dormir; algo duros, pero con lo cansados que estábamos no tuvimos problema en quedarnos fritos. El domingo nos despertamos temprano; Repiso fue a cargar agua y al volver terminamos de desayunar (menos mal que quedaba aceite y plátanos de la noche anterior), y nos pusimos a deshacer el camino y bajar buscando los coches; nos tomamos una cervecilla (sin alcohol para los conductores) y nos bajamos hasta casa de Repiso para soltar los equipajes; comimos cerca en un restaurante donde estaban celebrando algunas comuniones; y llegó la hora de la despedida; esperando poder organizar alguna otra cosa pronto; ahora que llega el buen tiempo.
30 junio, 2014
por admin
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