En menos de una semana ha caído «El Hijo de Stalin«, del escritor inglés Robert Harris (autor de entre otras novelas, Patria ó Pompeya); con lo cual ha demostrado ser un escritor polifacético; esta es una de las primeras novelas del autor, publicada originariamente en 1998 en Gran Bretaña y en 1999 en España.
Se desarrolla en la Rusia post-soviética, en la época de los años más difíciles de la crisis rusa: Un simposio de historiadores invitados a Moscú aprovechando la digitalización de los archivos del partido comunista patrocinado por empresas comunistas; la historia se centra en Kelso, que recibe la confesión del antiguo chófer de Beria – Rapava – (jefe de la NKVD – posterior KGB), uno de los colaboradores más cercanos a Stalin; y que aprovechando la confusión de los momentos previos a la muerte del dictador roba los papeles mejor guardados y más personales de Stalin.
Kelso decide ir tras la búsqueda de los papeles de Stalin, entrando en los bajos fondos de Moscú: prostitutas de noche y estudiantes de día que se acuestan con occidentales por un puñado de dólares (el sueldo de varios meses), asesinatos, grupos neocomunistas que abogan por la vuelta a los «viejos tiempos»; en definitiva la imagen que teníamos en occidente de la Rusia de los años 90.
Continuando con su búsqueda Kelso, apoyado por O’Brian, un periodista occidental afincado en Moscú ponen rumbo a Arcángel, en búsqueda de lo que parece ser el último secreto de Stalin.
Una novela entretenida y amena; interesante dentro de la bilbiografía de Harris que muestra su gran capacidad polifacética como escritor.

La semana pasada terminé de leerme «El 19 de Marzo y el 2 de mayo«, el tercero de los episodios nacionales de D. Benito Pérez Galdós, publicado allá por el 1873.
Aquí continuamos repasando la historia del siglo XIX; en concreto los convulsos días de 1808; Gabriel que trabaja como mozo en una imprenta sigue viajando con regularidad a Aranjuez donde está su novia, Inés, y su tío de párroco castrense, puesto que consiguió a través de la mediación de Gabriel en su periodo en la corte.
Estando allí, reciben la visita de unos tíos de Inés que aparentemente de forma desinteresada quieren llevarse a Inés a vivir con ellos a Madrid para darle una mejor vida que la que pueda darle el párroco, mientras que el párroco agradecido de Godoy decide pedirle audiencia en su palacio; momento que Gabriel aprovecha para pedirle un puesto.
Durante estos días los ánimos por Aranjuez están caldeados y un buen día el pueblo, capitaneado por nobles al servicio de Fernando VII promueven un motín contra Godoy, propiciando el derrocamiento de este y la abdicación de Carlos IV; justo cuando el ejército francés se encontraba en España cruzando la península.
Tras estos convulsos sucesos, Gabriel se vuelve a Madrid, y decide entrar a trabajar en la casa en la que tienen recluída a Inés para intentar estar cerca de ella; consiguiendo escapar de ellos tras numerosas vicisitudes; justo cuando el pueblo se levanta en armas contra el ejército francés que se encuentra en Madrid; salir de Málaga para caer en Malagón; terminando justo con los fusilamientos del 3 de mayo.