25 septiembre, 2014
por admin
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El otro día una amiga me recomendó «Siempre Habana», una coproducción española-cubana del año 2005; protagonizada por Broselianda Hernández en el papel de «Luz Divina», y dirigida por Ángel Pelaez.
Los gallegos Ignacio (José Sancho) y Tomás (Jordi Vílchez) son unos ricos herederos gallegos; a los que su abuelo a última hora decide cambiar el testamento y dejar como heredera de su pazo a la cubana Luz Divina; nieta suya, fruto de una aventura que tuvo en la isla a principios del siglo XX.
Ignacio y Tomás no se resignan a perder el pazo así por las buenas; por lo que deciden engañar a la muchacha; la invitan a Galicia amablemente, y una vez allí le hacen entender que aunque nobles; el pazo que en realidad le ha dejado su abuelo no es más que una pequeña casa de labor a cargo de Anxo (Manuel Manquiña); por lo que Luz Divina de buena fé le cede todo el pazo a Anxo (Un truco que habían pactado de antemano con el notario).
Sin embargo Anxo a última hora decide retractarse y quedarse con todo el pazo antes de devolvérselos a los trampsosos a cambio de 6000 €.
Hablados con el notario, les dice que tienen un resquicio legal, para devolverles la finca; pero para ello tienen que ir hasta la Habana para que Luz Divina les firme unos documentos. Luz Divina tras enterarse que sus primos llegarán a la isla entra en pánico; al no poder responder a unos cuantos faroles que se había pegado: Amiga de Pablo Milanés, profesora de la Universidad de la Habana en lugar de maestra de primaria, una amiga del ballet nacional (en vez de un cabaret, etc.). Sin embargo con ayuda de todos los vecinos consigue montar un espectáculo para impresionar a sus primos nada más llegar a la Habana.
Poco a poco se van sucediendo los malentendidos y situaciones graciosas: Mientras que Ignacio se enamora de Candelaria (Yipsia Torres – cantante) que al principio se muestra algo reacia por pensar que sólo quiere aprovecharse de ella; Walkiria (Yipsia Torres – la bailarina de cabaret) se enamora de Tomás que al principio no le hace caso, obsesionado como está con las mulatas. Al final todos los prejuicios quedan al margen, resolviendo satisfactoriamente todas las situacione; que para ello es una comedia.