Estas pasadas vacaciones de Navidades, José María me avisó para una ruta que estaba organizando el sábado 27 de diciembre, por la zona de Zuheros; relativamente conocida y frecuentada por muchos aficionados al senderismo: La ruta del Río Bailón.
Quedamos temprano y nos fuimos a desayunar a los Arrayanes; unos buenos churros con chocolate, para que no nos faltaran las fuerzas durante la ruta; y luego cogimos el coche de José para ir directamente a Zuheros; aparcando a la salida del pueblo, justo donde empieza el sendero; desde allí empezamos a subir por un cerro; justo en frente del pueblo; para luego desviarnos y entrar en el propio valle del río; subiendo por la orilla izquierda (según nuestro punto de vista según subíamos). Al ir por allí; vimos a lo lejos unas cuevas; justo enfrente; así que ni cortos ni perezosos cruzamos el cauce del río y empezamos a subir hasta llegar a las cuevas; desde las que pudimos disfrutar unas preciosas vistas (y que luego nos enteramos que se llama la cueva del fraile).
Desde allí volvimos a bajar hasta el cauce del río y sin más novedad continuamos la ruta; ayudados por el GPS, que llegados a un punto el camino engaña. Bonitas vistas las que nos brindaba la helada que en las zonas de humbría parecía que no quería irse y quedaba escarcha para un buen rato.
Llegamos a un punto donde giramos 90º con respecto al camino que llevábamos; llegando a una explanada sin árboles y con un poco de hierba, donde aprovechamos para hacer una pequeña parada técnica para beber agua y tomar un poco de fruta. Por allí vimos pasar a unos cuantos ciclistas que cogieron el carril que comienza cerca de la cima de la carretera de la Cueva de los Murciélagos (por donde pasé en la ruta de Baena).
Nosotros al final cogimos el carril de tierra; hasta salir a la carretera; y después de cruzarla empezamos a descender toda la altura ganada; por unos senderos que están en la parte superior de la carretera; con unas bonitas vistas del pueblo.
Al llegar a Zuheros no nos lo pensamos ni un minuto; antes de coger el coche para volvernos fuimos a la plaza donde está la Torre y disfrutando de unas vistas de la campiña cordobesa preciosas, nos tomamos una cerveza fresquita para recuperar un poco los líquidos perdidos.
Y como siempre, la ruta está disponible en wikiloc; al final, 10,5 km. en 3 horas y tres cuartos; a un ritmo tranquilo; parando cuando la situación lo requería para disfrutar de las vistas.
4 febrero, 2015
por admin
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