El otro día al pasar por una librería vi el título de este libro y no me pude resistir: desde hace algunos años el personaje del Almirante Don Blas de Lezo se ha puesto de moda. Injustamente olvidado y arrinconado en la historia; un gran desconocido para el común de los españoles (notable excepción es la armada, que ha bautizado a varios de sus navíos con el nombre de Blas de Lezo; incluyendo a una de las más modernas fragatas como la Blas de Lezo).
Esta pequeña novela está escrito por el escritor sevillano Fernando de Artacho; y desde las primeras páginas vamos asistiendo a los principales batallas que van marcando poco a poco a Blas de Lezo; desde que como guardamarina pierde una pierna en la batalla de Málaga; lo que le supone un ascenso y la posibilidad de continuar su vida militar; aunque le ofrecieran una alternativa en palacio.
El siguiente capítulo vemos como pierde un ojo en el intento de la toma de Tolón; también dentro de la Guerra de Sucesión española; entrando en contacto con el pobre soldado sevillano de fortuna D. Martín de Sepúlveda que rescada a D. Blas de Lezo tras la explosión de una boda; recuperándose ambos juntos en el hospital de las heridas; convirtiéndose en su más fiel aliado; ambos continúan en diferentes batallas por el Mediterráneo: Barcelona, Mallorca, Orán; y como resultado de ellas un balazo en el brazo que se le quedó inmovilizado para el resto de su vida: Tuerto, cojo y manco por servir a su patria.
Tras pasar algún tiempo en Sevilla donde se encontraba el Rey D. Felipe V, es destinado a Cartagena de Indicas en 1734; donde tendrá que hacer frente en 1741 al intento de invasión inglesa de la ciudad por parte del almirante Vernon tras el saqueo del puerto de Portobelo en la actual Panamá, en el marco de la guerra de la oreja de Jerkins. Pese a la inferioridad manifiesta española (3000 españoles frente a 40000 ingleses); e incluso el envío por parte del almirante inglés de la noticia de la victoria antes de que se hubiese producido; los ingleses tuvieron que volverse por donde habían venido sin poder cumplir su objetivo.
Una gran militar para una nación tan desagradecida y que años después perdería todo el trabajo de tan buen militar. La novela sin tener una calidad literaria; y pese a alguna simplificación e idealización de los personajes es amena y se deja leer; buena para tener una idea general de tamaño personaje, su época y batallas en las que participó. Sirva por ejemplo para mantener viva la memoria de este militar entre los españoles de a pie y podamos estar orgullosos de nuestra historia.