Está semana aproveché para ver en un rato libre una de las mejores películas de ciencia ficción del 2014: Interstellar; dirigida por Christian Nolan (director entre muchas otras de «Inception» y de la nueva saga de Batman).
Entre el reparto destaca Matthew McConaughey, en el papel protagonista de Joseph Cooper, un ex-piloto de la NASA reconvertido a granjero ante la crisis ecológica que amenaza a la Tierra y que parece condenarla al hambre sin remisión. Acompañado de sus dos hijos un buen día llega hasta los restos de la NASA: un puñado de hombres que casi sin apoyo del gobierno deciden intentar salvar la unidad poniendo en ello todo sus conocimientos.
Allí convencen a Cooper de participar en su misión «Lázaro», una misión orientada a poblar mundos más allá del Sistema Solar; aprovechando una perturbación gravitatoria depositada por «alguien» en las cercanías de Saturno. Así es como en misiones anteriores la humanidad ha sido capaz de llegar hasta varios planetas candidatos a albergar la vida. Cooper acompañado de una misión científica donde destaca la doctora Amelia Brand (Anne Hathaway) se encargarán de comprobar la idoneidad de algunos mundos para depositar unos viveros cargados de embriones para permitir su repoblación por los humanos (aquí aparecen algunos conceptos ya tratados por Arthur C. Clarke en su novela «Cánticos de la Lejana Tierra«).
Sin embargo no es por todo lo que reluce y aún les queda mucho por aprender sobre la verdadera identidad humana; mientras en la condenada Tierra; algunos prominentes científicos, entre los que destacan la propia hija de Cooper, se resisten a darse por vencidos e intentan salvar a la humanidad por todos sus medios.
Una buena película de ciencia ficción; como pocas de hacen a día de hora; con algunas escenas que me recuerdan a 2001; un largometraje de algo más de dos horas y media; pero que realmente merece la pena. Además el consultor científico para la traducción fue Daniel Marín.
30 abril, 2015
por admin
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