25 agosto, 2015
por admin
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Este fin de semana terminé de leerme «Bailén», la cuarta de la primera serie de los Episodios Nacionales de D. Benito Pérez Galdós, que sigue al «19 de Marzo y 2 de Mayo«.
En este capítulo Gabrielillo ha conseguido salir milagrosamente vivo después de ser fusilado por los franceses, tras enterarse que su amada Inés se encuentra en Córdoba decide ir en su búsqueda rodeado de más gente, entre ellos Santorcaz; pasan por Valdepeñas donde ven el rastro que dejan los ocupantes franceses a su paso.
Al llegar a Bailén paran en casa de la Duquesa del Rumblar que lo toma a su servicio para que acompañe a su hijo que partirá a unirse al ejército de Andalucía en su lucha contra los franceses. Así parten camino de Córdoba, desde Bailén, vía Martos y Alcaudete para evitar a los franceses, pasando algunos días en Córdoba donde Gabriel consigue contactar con Inés que se encuentra en un convento, para convencerla de que se salga de allí; después de pasar por la casa de Amaranta.
Enrolados en el ejército del General Castaños a su paso por Córdoba se unen a la lucha contra los franceses, participando en la Batalla de Bailén; de la que serán sobrevivientes; batalla durante la cual tendrá oportunidad de leer los documentos que porta Santorcaz sobre la paternidad de Inés.
Además, durante los momentos de camaradería en el ejército, en las largas conversaciones mantenidas entre el futuro Duque de Rumblar y Santorcaz, éste le hace ver las primeras ideas de la Ilustración, la evolución de la mentalidad y la educación que ha recibido en contraposición con el mundo que se abre paso a empellones.
Hasta el momento creo que es el Episodio Nacional que más rápido me he leído; si bien la descripción de la batalla parece un poco desfasado acostumbrado a relatos más actuales, la acción de la primera parte de la novela es muy rápido y dinámico.