23 noviembre, 2015
por admin
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Y finalmente llegó el viernes 7 de agosto, el último día del Camino de Santiago; el día que llegaríamos a Santiago y terminaríamos felizmente nuestra peregrinación.
Como de costumbre, nos levantamos temprano y después de desayunar sacamos las bicicletas del hotel, y salimos de Vigo; bordeando la ría; para luego ir adentrándonos, atravesar Pontevedra y continuar por Caldas de Reis, Padrón e Iria Flavia (Pueblo natal de D. Camilo José Cela); hasta llegar a Santiago; cruzamos la ciudad para llegar al centro hístorico y antes de adentrarnos en las calles peatonales nos reagrupamos para entrar juntos y llegar a la Plaza del Obradoiro donde terminaban nuestra peregrinación; fotografía de grupo y felicitaciones varias, como eran obligatorias en tan señalada ocasión.
Y además, casualidades que nos brinda la vida, Manuel Jesús y Marta hacía unas horas que también habían llegado a Santiago después de hacer su peregrinación por el camino francés y andando, con los que también nos reunimos en la Plaza del Obradoiro.
Después de recibir la Compostelana, nos volvimos al Hotel para comer y descansar.
Por la tarde volvimos al centro para dar una vuelta por la Catedral, respirar un poco el ambiente de la ciudad y cenar por alguno de los numerosos restaurantes de la calle Franco; donde pudimos disfrutar de un buen chuletón de ternera gallega que tanto se estila por aquí; junto con el marisco.
Después de tomar una copilla por la zona; al fin y al cabo no había que madrugar al día siguiente, nos volvimos para el hotel.
Y finalmente el sábado llegaba el final del Camino de Santiago; guardamos las bicicletas tras el desayuno y nos montamos en el autobús para bajarnos a casa; un camino de más de 1000 km. de vuelta.
Al final el viernes hicimos 97 km., en 4 horas y media, con 1380 metros de ascensión y 2200 kilocalorías; pero que sabieron a poco estando ya como estábamos tan cerca de Santiago.