Después de un pequeño percance que tuve con la bicicleta del trabajo, me quedé sin el foco delantero, que ya lleva usándolo algo más de 3 años. Básicamente el problema no fue con el foco en sí, sino con el sistema de fijación, que al romperse (Los plástico al cabo de los años terminan por secarse y resquebrajarse), hicieron que el foco se cayera y rompiese.
Busqué un poco por Internet, decidiendo al final decantarme por Cateye o Sigma. En Cateye, el mejor modelo que encontré era el mismo que había perdido, el Cateye EL135; mientras que en Sigma, el que más me gustó era el «Sigma Illux«.
Y después de probarlo, pese a llevar 3 pilas AAA (frente a las 2 AA del Cateye), el haz de luz parece que es más pobre en comparación con el antiguo de Cateye; además las aperturas del foco hace que envíe mucha luz al suelo en la zona cercana a la rueda delantera y a las manos (manillar). No obstante hace que sea suficiente para un foco de señalización.
Esperemos que este modelo dure más años; de momento el sistema de fijación se basa en bridas y arandelas que son más fáciles de substituir en caso de rotura.
3 enero, 2016
por admin
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