Esta Navidad vi «Mad Max, Furia en la Carretera«, si bien no fue por voluntad propia, dentro de la ola que inunda Hollywood de re-fritos de «clásicos» del cine; le toca el turno a la saga australiana de Mad Max, protagonizada por Mel Gibson a finales de los 70 y principios de los 80.
En un escenario similar a las anteriores, un mundo apocalíptico post-nuclear, Max (Tom Hardy) es hecho prisionero por una banda que lo lleva hasta su guarida donde es tratado como una «bolsa de sangre», por su buen estado de salud frente a los enfermizos integrantes de la banda.
Furiosa (Charlize Theron) es una conductora de la banda, que escapa en un camión blindado con las 4 mujeres del jefe, destinadas a darle herederos. En su huída es perseguida por la banda así como otros aliados; si bien Max consigue escaparse de sus captores y se une a ella en su carrera contra los elementos y las bandas, corriendo en sus destartalados vehículos, sin ningún aprecio por la vida (salvo el jefe, por supuesto), mentalizados para ellos y considerados a si mismos como «kamikazes».
Una película comercial y taquillera, donde su mayor reclamo es Charlize Theron, entretenida y tampoco sin muchas aspiraciones.
7 enero, 2016
por admin
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