La semana pasada terminé de leerme «El Mozárabe», un libro, auto etiquetado como «super ventas», obra del sacerdote extremeño Jesús Sánchez Adalid.
Cuenta la historia de dos personajes durante la última mitad del siglo X en la Córdoba musulmana: Por un lado el sacerdote mozárabe Asbag y el musulmán Abuamir:
Asbag, de copista en un centro del obispado cristiano de Córdoba, al calor del nuevo emir, Alhakén, que amante de la cultura y los libros; lo nombra obispo y consejero suyo.
Simultáneamente el ambicioso joven Abuamir, poco a poco comienza a estudiar para intentar labrarse un porvenir, al calor de su tío; ocupando luego un puesto de escribiente para ganar un poco dinero; mientras al poco tiempo se muda a la costa de Málaga para administrar un territorio poco antes de volver a Córdoba al calor de su tío el visir, que le lanza en una carrera meteórica: responsable de la casa del heredero, director de la ceca, administrador y militar; que con el tiempo le llevarían a convertirse en Almanzor, el terror de los cristianos contemporáneos.
Asbag, en una peregrinación a Santiago de Compostela es hecho prisionero de por los vikingos que lo llevan hasta Jutlandia, donde comienza sus andanzas de casi 50 años por media Europa: Bajando al sur buscando Córdoba, para en Roma donde es enviado a Constantinopla en misión diplomática a nombre del emperador germánico, para volver a Europa camino de Cluny hasta que es de nuevo hecho prisionero, esta vez por unos piratas sicilianos,…
Una entretenida novela histórica con una buena ambientación de la ciudad de Córdoba en la época califal, de momentos esplendor cultural junto a otros de persecución e intransigencia; tres califas, Abderamán III, Alhaken II e Hisham II, y uno de los personajes claves: Almanzor, así como sus contrapartidas cristianas.
12 enero, 2016
por admin
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