13 enero, 2017
por admin
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Estas vacaciones aproveché para leerme «Los Detectives Salvajes«, una novela de Roberto Bolaño, publicado en 1998 y re-editado por la Editorial Alfaguara el pasado 2016.
Dividido en tres bloques; el primero y el tercero narra la historia de Arturo Belano y Ulises Lima, escrito por Juan García Madero; García Madero es un estudiante universitario atraído por la poesía y que conoce a Arturo Belano y Ulises Lima, fundadores de una nueva corriente de poesía mexicana llamada «realismo visceral»; Belano es un chileno residente en México, y Lima un poeta mexicano.
En la primera parte «Mexicanos perdidos en México» asistimos al relato de García Madero, como entra en el grupo y sus primeros contactos con el grupo de poetas; así como sus primeras experiencias sexuales con una camarera, Rosario; pese a que de la mano de Belano y Lima conoce a las hijas de Quim Font (un exiliado español republicano), María y Angélica; también poetisas con las que también tiene una aventura; habiendo sido Angélica ganadora del premio Laura Damián; una joven muerta a los 20 años y en cuyo honor sus padres celebran ese certamen de poesía.
Finalmente, García Madero termina por liarse con Lupe; una prostituta que huye de su chulo Alberto; aunque se cobijan en la casa de Font; todo se complica por lo que la nochevieja de 1975 tienen que salir corriendo de DF en dirección al desierto de Sonora; para escapar de Alberto y buscando a una de sus ídolos: Cesárea Tinajero, una poetisa estridentista de los años 20.
El segundo bloque, «Los detectives salvajes» es una colección de relatos de diferentes amigos y conocidos de los dos poetas (Lima y Belano), que van narrando sus vivencias a lo largo de 20 años, desde 1976 hasta 1996; aunque los dos amigos se separan, en dichos relatos vemos la trayectoria de los dos protagonistas así como de otros miembros del «realismo visceral» por Europa, Francia, España, Israel, vuelta a España, África como corresponsal de guerra y a América, con más o menos suerte; contado en forma de documental.
Finalmente el tercer bloque es la continuación del primero, «Los desiertos de Sonora» es el desenlace del escape de Lupe del DF y la búsqueda de Tinajero; a través de pequeñas pistas en la prensa, consiguen averiguar que fue amante de un torero; para seguir indagando hasta que consiguieron dar con ella por su pasado como maestra; sin embargo la aparición de Alberto complicará todo de sobremanera.
Una gran novela de la narrativa actual en español; en gran parte autobiográfica, donde el propio Bolaño se refleja en Belano y su amigo (y escritor) Mario Santiago Papasquiaro en Lima; una novela larga, de unas 800 páginas con un interesante y novedoso hilo narrador.