Recientemente terminé de leerme «Capitán de Navío», la segunda novela de la saga del Capitán Aubrey del escritor Patrick O’Brian, publicada en 1972 en Inglaterra.
Aubrey, tras volver a Inglaterra de sus anteriores aventuras que le llevaron a apresar el «Cacafuego», está en una tensa espera, mientras le asignan un nuevo destino. Aprovecha su estancia en tierra firme para alquilarse una casa y empezar a pensar en su futuro cortejando a una chica, acompañado siempre por su buen amigo Maturin. Sin embargo una serie de reveses económicos, le hace replantearse el poner agua de por medio; visitando temporalmente Francia le pilla la declaración de guerra por lo que antes de ser internado; informado del propósito de los franceses y haciendo uso del pasaporte español de Dr. Maturin consiguen llegar hasta España; haciendo uso de un disfraz de oso para embarcarse hacia Inglaterra, para no perderse de esta forma la aventura, las posibilidades de ascenso y de paso darle un repaso a los franceses.
En una muy peligrosa incursión en un puerto francés; normal en el caso de Aubrey consigue una gran victoria que es multiplicada por la prensa a su vuelta a Inglaterra lo que hace que sea ascendido y continúe en la guerra contra el enemigo francés; al que pronto se le añadiría España.
Una interesante y amena novela marítima; donde los españoles no salimos precisamente bien parados; aunque O’Brian también reparte algo para los ingleses. Una novela de aventuras, sobre la amistad y la aventura; la época dorada de la navegación a vela. Imprescindible para los amantes del género.