Por fin pude ver la que durante el 2017 prometieron como uno de los lanzamientos estrellas del año, aunque luego parece que no llegó a tanto.
Aún recuerdo la primera vez que vi la película original de Blade Runner siendo un muchacho y me impresionó tanto la estética neo-noir de la película, el ambiente futurista y distópico.
Está nueva película, aunque dirigida por Denis Villeneuve, cuenta con Ridley Scott (director de la película original) como productor ejecutivo.
Sin olvidar que la película original está basada en una novela de Philip K. Dick, en está vemos como un nuevo replicante, K (Ryan Gosling) mientras retira a un replicante rebelde, encuentra una caja que esconde el esqueleto de un replicante muerto. Sorprendentemente el esqueleto mostraba que había sido madre, hace unos 30 años, cuando en teoría los replicantes son estériles para evitar mayores problemas.
Comienza una búsqueda por parte del agente K del hijo perdido para «retirarlo»; aunque no todo resulta tan fácil; interveniendo el dueño de la corporación «Wallace», la heredera de la corporación «Tyrell» de la primera película; con intereses en crear unos replicantes aún más «poderosos».
También se desvela aquí el papel de Deckard (Harrison Ford); el blade runner original, con una aparición estelar hacia el final de la película; desvelando por fin el origen de Deckard: ¿Replicante o no?
El agente K tiene como pareja en casa un holograma, también de la corporación «Wallace» que se comporta como si fuera su novia, e interpretada por Ana de Armas.
Viendo las precuelas de Alien, cualquiera diría que Scott está viviendo de las rentas; esta película de Blade Runner es interesante, un intento muy interesante de emular la película original; aunque quizás no al mismo nivel; muy interesante y una de las mejores películas de ciencia ficción del 2017; aunque el listón original está tan alto…
Blade Runner 2049
9 febrero, 2018 | 1 comentario
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